A Europa le preocupan las fronteras entre territorios e invierte una notable cantidad de recursos para derribarlas. Son los fondos de cooperación en sus distintas categorías. Más allá, la Unión ofrece un universo de posibilidades al que solo acceden las instituciones públicas y las empresas privadas que preparan una estrategia y solicitan dinero para construirla con diferentes proyectos. En este amplio campo es donde la Fundación Rei Afonso Henriques llama a las distintas instituciones a idear inversiones porque «en Europa todo el mundo está trabajando ahora mismo para sacar provecho de estos fondos», esgrime el secretario José Luis González Prada.

Al margen de los distintos fondos de cooperación -Zamora luchará con otras cuatro regiones fronterizas por más de 275 millones de euros en los de carácter territorial- las oportunidades están en los programas operativos regionales y en el dinero que el Gobierno central se reserva, donde se cuenta el programa Urban de desarrollo sostenible para ciudades. Si no se exploran, pasarán inadvertidos.

A principios de julio, la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, presentó el programa operativo de Castilla y León, que durante el periodo 2014-2020 recibirá más de mil millones de euros del Feder y del Fondo Social Europeo, una cantidad algo menor que en la etapa anterior debido al incremento del PIB de la región. De esta cantidad, casi la mitad será gestionada por el Gobierno regional, unos 455 millones, mientras que el uso del resto corresponderá al Estado. Cabe preguntarse cuánto dinero de la comunidad llegará a la provincia a través de este programa.

Zamora puede explorar también el fondo que se reserva el Estado del contrato de asociación, la parte que no distribuye entre las comunidades. Aquí existen iniciativas como Urban, destinadas a proyectos de desarrollo sostenible en las ciudades. «Es necesario que tener un plan previo de actuación, un documento estratégico de crecimiento sostenible», expone González Prada.

A través de la Fundación Rei Afonso Henriques, Zamora tiene la posibilidad de acceder a financiación de regiones como Norte y Centro de Portugal, dado que la institución cuenta con una sede en la vecina localidad lusa de Braganza. «Esta posibilidad nos permite optar a proyectos que redundan en todo el valle del Duero», explica José Luis González Prada. De ahí que la FRAH tenga previsto presentar proyectos a las regiones lusas, de donde llega financiación para proyectos como la Ruta del Patrimonio del Valle del Duero. Resulta interesante el concepto territorial, dado que a ojos de Europa, «existe el valle del Duero o del Rhin más allá de esta o aquella ciudad», precisa Prada.

El próximo mes de diciembre serán aprobados los distintos programas operativos, un requisito previo a la entrega de solicitudes de inversión. En los programas de cooperación territorial -en los que se precisa, como mínimo, un socio español y otro portugués- resulta tan importante la naturaleza de la propuesta como la «pareja de baile». En este sentido, no se puede ignorar que España tiene por medio una convocatoria de elecciones municipales y autonómicas que, bajo el criterio de la Fundación Afonso Henriques, «no debería condicionar la solicitud de inversiones» dado que «es un problema que tiene España, pero no Portugal».

En la línea europea de Crecimiento y Empleo existe un programa triple. El primero, que se lleva el 75% de los fondos, es el más familiar para Zamora. Se trata del plan de cooperación territorial para España y Portugal, en el que Zamora peleará por los 275 millones de euros que se ponen en juego para las cinco regiones que vertebran la frontera con el país luso.

Pero hay más. El plan de cooperación transnacional, donde también juegan las alianzas con Francia, Andorra y Reino Unido a través de Gibraltar, dispone de un 20% de los fondos totales. Por último, el 5% restante va a parar a los programas de cooperación interregional. Con la apertura del plazo de solicitudes a la vuelta de la esquina, las distintas regiones trabajan ya para aprovechar las oportunidades.