En septiembre Luisa Argüello Gómez cumplirá cuatro años en la presidencia de su barrio, Carrascal, que celebra este año el 25 aniversario de la primera comisión de fiestas que organiza los festejos el 15 de agosto. Con anterioridad al año 89 tenían lugar en octubre, pero hay más gente en la zona en agosto. El jueves comienza el programa de actividades, que se extenderán hasta el domingo 17 con propuestas para todos los gustos y edades.

-Las personas que se ponen al frente de asociaciones de vecinos están hechos de una pasta especial de servicio al ciudadano. ¿Cómo compensa la dedicación sin sueldo a esta actividad?

-Pues hay buenos y malos ratos, la verdad, pero ver que realmente estás haciendo algo por los vecinos, que transmites sus peticiones y que gracias a las fiestas podemos juntarnos todos, eso compensa mucho el tiempo que invertimos y los disgustos que nos llevamos a veces. También ver cómo los más pequeños disfrutan en las fiestas junto a sus familias, esa alegría es muy satisfactoria, los niños motivan mucho.

-¿Por qué decidió asumir el cargo?

-En realidad fue más una casualidad. Dimitió la antigua directiva y pensamos que alguien tenía que tirar del carro.

-Para ser un barrio pequeño han conseguido unas fiestas muy variadas y completas.

-Son unas fiestas muy trabajadas. Con un presupuesto muy ajustado hemos intentado hacer lo mejor para el barrio. Llevamos trabajando en ellas desde diciembre del año pasado.

-¿Qué es lo más complicado de organizar?

-Es muy difícil cuadrarlo todo, rellenar el tiempo con poco dinero y contar con actividades tradicionales y otras innovadoras, dirigidas a todos los públicos.

-¿Por ejemplo?

-En cuanto a las tradicionales contamos con tiro a la calva, procesión, subasta de los ramos, el moje de peces, la rana y de lo más innovador la partida de paintball y el festival de magia.

-¿Qué es eso del moje de peces?

-Es una de las tradiciones más arraigadas del barrio. Carrascal era un pueblo de pescadores y se preparaba un moje típico a base de pescado, chorizo y pimentón.

-¡Vaya mezcla! ¿Es una receta que se elabora en algún otro sitio que conozcan?

-Es una mezcla extraña pero está buenísimo, la gente que lo ha probado repite. Que nosotros sepamos no se prepara en ningún otro lugar. Ahora lo elaboran los antiguos pescadores y cada uno lo come en su casa.

-Y en cuanto al paintball, ¿Es gratis para los vecinos? ¿Dónde los celebráis?

-Sí, para la gente del barrio es gratis, aunque si sobra sitio no nos importa abrirlo a conocidos y familiares. Esperamos mucha afluencia porque se está interesando mucha gente. Lo hacemos en "La casica de los mozos", un valle que está más o menos a un kilómetro del barrio.

-Un valle, bosques, el río... No todos los barrios cuentan con ese patrimonio natural tan cerca.

-Es cierto que no lo tiene cualquier barrio y que hay unos parajes muy interesantes, pero tenemos otros inconvenientes que le dan la vuelta a la tortilla.

-¿Qué necesidades tiene el barrio en estos momentos?

-Tiene las mismas que venimos reclamando durante mucho tiempo. Tenemos el vertedero al lado, ganado en mitad del barrio, el problema de las pulgas a través de ese ganado, el transporte público, que ahora en verano se limita a dos autobuses al día, uno los sábados y ninguno los festivos y los domingos. No se dan cuenta de que al disminuir los servicios han dejado de lado a las personas que utilizaban el autobús para ir a trabajar o al médico. Es un cúmulo de problemas que nadie resuelve.

-¿Ven salidas a esos problemas?

-Nosotros claro que le vemos salida, pero se hace poco. Además salidas legales, nada complicado.

-La batalla de Internet sí que la han ganado.

-Internet sí que tenemos, por suerte. Nos pusieron wifi gratis gracias a la lucha de la Asociación, y por ese motivo también hemos podido hacer la aplicación para los móviles de las fiestas de este año. Prácticamente toda la gente que dispone de móvil en el barrio se la ha descargado, ha sido un éxito total.

-¿El barrio está creciendo en número de habitantes?

-No sube mucho, pero sí es verdad que hace poco se han venido a vivir tres familias al barrio. No somos un polo de atracción con todos los problemas que tenemos.

-Pero en verano sí notáis aumento de vecinos.

-Sí, en el verano me atrevería a decir que hasta se triplica la población y en las fiestas contamos con muchos más habitantes. Estamos censados unos 127 y en estos meses llegamos a los 400.

-¿Ya están preparados entonces vecinos y forasteros para estos días de fiestas?

-Están todos como locos. Se ve muy buen ambiente ya los días antes de las fiestas, y los niños lo están deseando. Esperamos pasarlo muy bien.