Hace una semana, el sector crítico de la Hermandad de Jesús, Luz y Vida hacía públicas unas imágenes en las que aparecían las antiguas andas de la imagen titular en el exterior de un taller de carpintería metálica de Villaralbo. La junta directiva aclara que la estructura se encontraba a la intemperie "de manera circunstancial" por "necesidades del taller" aunque "debidamente protegidas contra el óxido". Las discrepancias con los 56 cargadores expulsados -los expedientes están actualmente recurridos en el Obispado- y el anterior jefe de paso, Daniel Martín, se suman al juicio civil con la Hermandad del próximo 25 de noviembre, tras la denuncia del hijo del escultor Hipólito Pérez Calvo por la supuesta modificación ilegítima de las andas originales.

Ambas circunstancias ponen sobre la mesa los reiterados problemas que han acompañado a la estructura de carga desde la fundación de Luz y Vida, en 1988, hasta las fechas actuales, cuando la directiva que lidera Jesús de la Concepción asegura haber encontrado la solución definitiva: "Los cargadores y el jefe de paso nos dicen que el problema está superado, el peso se ha aligerado y ahora todos los hermanos cargan lo mismo". Sobre la modificación de la estructura original creada por Pérez Calvo, autor de la imagen, De la Concepción es claro: "No se ha tocado porque no existe".

Las primeras andas de la cofradía fueron diseñadas por Hipólito Pérez Calvo en 1989, año del primer desfile. "Las entregó junto a la imagen junto antes del desfile incumpliendo el contrato, que establecía mayor antelación", explica la directiva actual. Aquel soporte se utilizó la primera década de Luz y Vida, pero "se desechan". En la asamblea del 17 de marzo del año 2000, el escultor Pérez Calvo "pregunta al entonces presidente, Emilio Ufano, dónde están sus andas. Ufano le responde que no cumplen las exigencias del desfile y de la carga y que, por ese motivo, se han desechado", explica Jesús de la Concepción.

Es entonces cuando la Hermandad "encarga unos nuevos banzos a una empresa de Galicia, una estructura aligerada con un sistema para evitar que se retuerzan". Sin embargo, el encargo no funciona en la práctica, "la empresa asume el error y se compromete a mandar unos nuevos, pero en ese tiempo da de quiebra y nos vemos obligados a quedarnos con el producto defectuoso", explica la directiva. Entre los años 2000 y 2005, se utilizó aquel soporte reforzado con tirantes para evitar que los banzos se separaran, aunque el peso continuaba siendo excesivo.

En 2005, el presidente Ángel Hernández Benito encarga una nueva estructura a Teófilo Ramos: confeccionar unas andas, no ya de madera, sino "metálicas". Benito fallece sin poder recibir el resultado de aquel proyecto que "fue visado en el Colegio de Ingenieros Industriales", precisa De la Concepción, quien hereda en aquel momento la máxima responsabilidad de Luz y Vida. "Por un lado, se confeccionaron las andas. Por otro, de manera independiente, el trabajo de madera y talla del trono, obra exclusiva de José Antonio Pérez", explica el actual presidente.

"Conseguimos aligerar la carga en 350 kilos, pero el peso seguía siendo excesivo y los problemas continuaron", expone De la Concepción. La directiva consulta a varios expertos y extrae una conclusión definitiva: "Nos dicen que la carga mixta, unos con los dos hombros y otros con uno, es inviable, porque unos soportan mucho peso y otros lo añaden", explica.

Con estos datos, la Hermandad confecciona una nueva estructura que mantiene los seis banzos, pero esta vez para que todos los cargadores "soporten el peso con los dos hombros". El sistema, que logra reducir el peso en 250 kilos, "permite repartir la misma carga entre los hermanos, sea cual sea su estatura", explica De la Concepción, quien enfatiza que, sin embargo, "el trono, la parte superior, no se ha tocado en ningún momento". El resultado es el que se percibió el último Sábado de Pasión, tras el uso circunstancial de la mesa prestada del Ecce Homo de la Vera Cruz el año anterior al no contar con suficientes cargadores tras la expulsión de 56 de ellos.

Sobre la estructura que se guarda en el taller de Villaralbo, y que los críticos fotografiaron en el exterior la pasada semana, De la Concepción apunta que se guardarán en aquella nave "hasta que tengamos un sitio donde llevarlas o podamos venderlas". Sobre la acusación de querer desecharlas, que el exjefe de paso Daniel Martín, efectuaba bajo el argumento de que "así, cuando volvamos nos dirán que no hay sitio en las actuales andas", el directivo Antonio Tamame se muestra rotundo: "Aún asumiendo que regresen a la cofradía, no volverían a cargar porque los estatutos lo prohíben". Tamame esgrime para ello que "han cometido una serie de faltas muy graves que, aunque pasaran a graves, quedarían inhabilitados para ejercer su puesto anterior". Es ahora el Obispado el que debe decidir sobre los expedientes de expulsión y los recursos. "Mientras llega la decisión de la autoridad eclesiástica, la asamblea (que debió celebrarse en Cuaresma) quedará paralizada", zanja la directiva.