"¿Cómo es posible acumular dos partidos médicos distantes entre sí 30 kilómetros? ¿Se puede atender de esa manera a las urgencias que surjan durante la jornada laboral?". Estas son solo algunas de las preguntas que lanzan al aire los profesionales sanitarios de Zamora Sur, que lamentan la escasa atención que pueden prestar a sus pacientes, ya que con los desplazamientos que asumen al acumular varios pueblos, "pasamos más tiempo en carretera que viendo enfermos", lamentan.

Con los datos sobre la mesa, los profesionales echan en falta los mil médicos y enfermeras de refuerzo que les prometió la Consejería de Sanidad, y que según afirman, no han llegado a la provincia para cubrir las vacaciones de verano. Así las cosas, el sistema sanitario está funcionando en los pueblos zamoranos "con el 60% de la plantilla al no cubrirse ni las bajas, ni las vacaciones, ni los descansos, mientras las autoridades sanitarias consideran que la atención que se presta es la correcta".

En una situación que los profesionales califican como "desastre y desmantelamiento de la sanidad rural por parte del poder político", las consecuencias afectan a ambos lados: "algún paciente se quedará en el camino y encima acusarán de negligente a algún compañero", alertan desde Zamora Sur.

Con esta situación, también el papel de la enfermería se ha deteriorado en las consultas rurales, y se limita ahora "a llegar a horas intempestivas tomar dos tensiones y salir huyendo al siguiente destino, a eso ha quedado reducido su trabajo, lo que evidentemente les hace prescindibles en una segunda fase de la operación, con la ayuda inestimable tanto del Colegio de Enfermería como del Satse", subrayan.

Precisamente para los sindicatos tienen los trabajadores preparado un tirón de orejas, ya que según denuncian, ni los de clase ni los profesionales están poniendo los medios para una solución al problema de la sanidad rural. Una crítica que también hacen extensible al Colegio de Enfermería, "que a lo mejor está de acuerdo con este desastre" y a las asociaciones de pacientes, "a los que al parecer solo les preocupan las denuncias a los profesionales en caso de error médico en vez de actuar para prevenirlos".

La externalización de los servicios es el fin último que los profesionales sanitarios ven en este "caos" que relatan, que de acuerdo con su experiencia diaria, "ha acabado con los mínimos de calidad exigibles".