En honor a Santo Domingo de Guzmán, fundador de la orden de los Dominicos, el barrio de Cabañales celebra sus noches culturales con el objetivo de reunir y hacer disfrutar a sus vecinos y a todos los que quieran acercarse durante estos días por este barrio de la margen izquierda. Un monólogo, teatro, magia o sevillanas son algunas de las propuestas de la Asociación de Vecinos.

-Las noches culturales se celebran por primera vez este año.

-Sí, en realidad son las fiestas del barrio, pero hemos decidido llamarlas así porque no hay actividades durante todo el día, sino ya por la tarde-noche.

-¿Cuándo empiezan y cómo se ha desarrollado la organización de las actividades?

-Son desde hoy, que comenzamos con un rosario a las 18.30 horas, hasta el domingo, que finalizamos con una parrillada en la plaza del Sol. Para la organización han colaborado conocidos y personas que nos han propuesto hacer alguna actividad en concreto. De eso se trata en el fondo, de poner en común y de la convivencia entre la gente del barrio.

-¿Los vecinos suelen participar en lo que se propone desde la Asociación de Vecinos?

-Sí, además son actividades enfocadas a todos los públicos, porque en el barrio hay mucha proporción de gente mayor, pero también niños y para ellos hay actividades concretas. Para los más pequeños tenemos magia y un castillo hinchable, y el teatro o el monólogo para más adultos. No obstante, la intención es reunir a todos los grupos de edad para que disfruten juntos del programa.

-¿Es laborioso y caro organizar un programa festivo?

-Cuesta más esfuerzo que dinero, porque en la parte económica nos hemos ajustado a un presupuesto muy reducido para no malgastar los recursos en tiempos de crisis, pero tampoco queríamos dejar pasar la oportunidad de llevar un poco de alegría a todos los que lo están pasando mal. Por otro lado son muchos papeles, permisos... la entrega personal es alta.

-¿Compensa?

-La verdad es que sí. Cuando llega el día es muy satisfactorio ver disfrutar a los vecinos y con una sonrisa en la cara.

-Al final han quedado cinco días bastante variados.

-Hemos hecho lo que hemos podido, intentando que cada noche hubiera una o dos actividades.

-¿La población del barrio crece?

-Permanece estable, no hay grandes movimientos. Se ha construido algún bloque de edificios y han venido nuevas familias, pero es un barrio bastante tranquilo que se mantiene.

-¿Qué carencias sufre Cabañales?

-Estamos bastantes preocupados por el estado del puente de Piedra, nos gustaría que se preocuparan un poco más de su mantenimiento, ya que hay tramos de acera destrozados. Desde que se ha peatonalizado las intervenciones han sido mínimas. Además, eso se une a que en general se suelen preocupar poco por este barrio, al que se tiene bastante olvidado. Hemos hecho reivindicaciones de pasos elevados y siempre nos responden lo mismo, que la economía no permite ahora esos gastos.

-¿Es fácil encontrar gente que quiera asumir el compromiso de formar parte de la Asociación de Vecinos?

-No, no es nada fácil, y nos gustaría contar con gente nueva para que aporte ideas. Queremos mantener la asociación, porque sin ella el barrio pierde presencia en el Ayuntamiento y hace fuerza para sacar adelante las reivindicaciones vecinales.

-¿Qué relación tiene el barrio con las Dominicas, con las que siempre se relaciona a Cabañales?

-La verdad es que caracterizan el barrio y son unas vecinas más que ayudan en lo que se les pida. El local de la asociación por ejemplo, es suyo, y en las fiestas del barrio siempre contribuyen con la donación de dulces para todos los vecinos. Luego los sacamos en el teatro o en la parrillada, son unas integrantes activas del barrio.

-¿Cómo funciona el perfil de Facebook del barrio a la hora de recoger el sentir vecinal?

-Muy bien. Está resultando una muy buena herramienta de acercamiento a los vecinos y a través del perfil comentan qué consideran que le hace falta al barrio y se hacen sugerencias. En la misma plataforma hemos difundido el programa cultural de estos días y ha tenido buena acogida aunque somos un barrio pequeño.