La concesión del Barandales de Honor ha sido fiel a la filosofía del premio desde que fue instaurado por la Junta pro Semana Santa hace un largo cuarto de siglo. Entonces, la directiva liderada por Eduardo Pedrero observó la «necesidad» de corresponder la colaboración de instituciones y personas con la Semana Santa. Hasta la fecha, instituciones públicas y dirigentes políticos han sido depositarios del mayor número de distinciones, seguidos de organizaciones colaboradoras, semanasanteros, bandas de música y artistas. Las directivas de las cofradías aportarán nuevas propuestas hasta el próximo 14 de febrero para elegir el Barandales de Honor de este año.

Tal y como recuerda Eduardo Pedrero, «convocamos un concurso para diseñar la estatuilla que se entregaría al premiado». Aquel reto recibió varias propuestas -una de ellas, un boceto de Dionisio Alba- entre las que prosperó la estatuilla creada por Antonio Pedrero la que triunfó, la figura del popular Barandales sobre una esquila, diseño que se mantiene en la actualidad.

Por aquel entonces, finales de los ochenta, los primeros reconocimientos fueron para el Ayuntamiento de Zamora y la Diputación, fieles colaboradores de la Pasión. Las instituciones locales abrirían el camino de un reguero de reconocimientos. Algunos años fueron varias las entidades y personas distinguidas, mientras que en otras ocasiones el premio no llegó a concederse. Lo cierto es que la particular historia de la estatuilla está plagada de anécdotas.

Por ejemplo, en 1990 la Junta pro Semana Santa otorgó cuatro premios. La Policía Municipal, el Patronato de Turismo y el Instituto Florián de Ocampo acompañaron a un galardonado especialmente significativo. El político zamorano Carlos Pinilla, que llegó a ser subsecretario del Ministerio de Trabajo y presidente del Instituto Nacional de Previsión, fue reconocido justo un año antes de su muerte por su labor como benefactor de la Semana Santa.

Dentro de las distinciones a instituciones y políticos, fueron galardonados la Junta de Castilla y León (1994), José Luis González Vallvé (2001), Antonio Vázquez (2005), la Consejería de Cultura de Castilla y León en la persona de María José Salgueiro (2011) y el exalcalde Andrés Luis Calvo y el expresidente de la Diputación Luis Cid (2012).

Entre los personajes de la propia Semana Santa, el propio Eduardo Pedrero recibió la distinción en 1998 con motivo de su contribución a la Junta pro Semana Santa. Antes lo hizo Agustín Lorenzo, el «Bombardino» (1993), por su singular aportación al Miércoles Santo y Luis Felipe Delgado de Castro, ligado desde niño a la fiesta zamorana. Les siguieron Casimiro Lorenzo (1999), Virgilio Pedrero (2003), Manuel Bueno Fincias (2008) y Chano Lorenzo (2013).

Durante estos años, también hubo un hueco para organizaciones y entidades como Protección Civil y el Centro de Restauración de Simancas (2004) y la Banda de Música de Zamora (2009) y Ciudad de Zamora (2010). Gente de la cultura como el sacerdote Jerónimo Aguado (1999) y Antonio Pedrero (2006) fueron igualmente distinguidos.

Las instituciones zamoranas, en primera línea

Las instituciones locales fueron las primeras en recibir el reconocimiento de la Junta pro Semana Santa. A lo largo de estos años, tanto el Ayuntamiento de Zamora, la Diputación y el Patronato como sus cabezas visibles han recogido la estatuilla. La Junta de Castilla y León vio recompensado su apoyo en dos ocasiones desde la instauración del premio.

Organizaciones y centros

Diversas instituciones, organizaciones y centros se han llevado la estatuilla desde su nacimiento. Es el caso de la Policía Local o Protección Civil. También la situación del Centro de Restauración de Simancas (en la imagen, su directora), que fue distinguido por la labor de recuperación de los pasos zamoranos a través de un convenio que ha durado años.

Artistas y semanasanteros

La Junta pro Semana Santa también ha querido premiar la colaboración con la fiesta de artistas, gente de la cultura y zamoranos amantes de la Pasión. Es el caso de Antonio Pedrero, Jerónimo Aguado, Luis Felipe Delgado de Castro o Manuel Bueno Fincias. Igualmente, el órgano gestor reconoció en 2007 al sacerdote José Antonio Prieto, que llegó a ejercer como capellán de ocho hermandades.

Un hueco para la música

En años consecutivos, la Junta distinguió a la Banda de Música de Zamora dirigida entonces por Petit y la Banda de cornetas y tambores «Ciudad de Zamora».