Con siete años tuvo por primera vez un oboe en la mano. Hoy ese instrumento se ha convertido en su compañero de viaje y le ha llevado hasta Friburgo, Alemania, donde cursa estudios superiores de música. Sus buenas calificaciones le han llevado conseguir el premio extraordinario de las enseñanzas profesionales de música de Castilla y León en la especialidad del oboe, lo que la coloca como la única zamorana que ha conseguido esta distinción en la convocatoria de este año.

-¿Qué le motiva a que sea Alemania el país elegido para comenzar sus estudios musicales superiores?

-El profesor, Lucas Macías Navarro. Yo ya había dado algunas clases con él, cuando estaba en Zaragoza, pero este curso se marchaba al Hochschule für Musik Friburgo, en Alemania, y me dijo que hiciera las pruebas y estudiara con él.

-¿Qué tiene de especial este músico para que traslade su vida a Alemania para poder estudiar con él?

-Es el solista de una de las orquestas más importantes, es buenísimo, ha estudiado con el mejor oboísta que hay. Solo con escucharlo ya aprendes de él, estoy muy contenta.

-¿Hay mucha gente que toca el oboe?

-Sí, parece que no pero hay muchos oboístas. Si lo comparamos con el violín no, pero es un instrumento que se toca mucho.

-¿Y por qué oboe?

-Con siete años me dijeron en el Conservatorio que eligiera tres instrumentos, y según las plazas me daban uno u otro. Pedí primero flauta, después piano y por último oboe, que al final fue el que me dieron.

-¿Qué tiene de característico?

-Es un instrumento menos conocido que la flauta, por ejemplo, es más original. Tiene un sonido muy distinto a cualquier otro, en una orquesta destaca entre el conjunto.

-¿Hay trabajo de músico en Alemania?

-Muchísimo, siempre encuentras plazas de profesional, o para hacer prácticas, pero con un buen sueldo. Nunca pensé que habría tantas posibilidades de trabajar, todas las semanas sale algo que merece la pena.

-¿Cómo está el tema en España?

-Mal, creo que ha salido una plaza hace poco, solo una, y además aquí en España no se puede optar a una orquesta profesional sin tener la carrera, algo que en Alemania, sí. Si les gustas te cogen. Además se nota mucho la crisis y no contratan a la gente, le pagan por un concierto y nada más.

-¿Y la crisis, se nota en Alemania?

-Yo no la he notado nada. Voy por la calle y en muchas tiendas se busca un empleado. Noto que es mucho más caro, la comida, el alojamiento? pero las matrículas son mucho más baratas, yo pago 150 euros estar seis meses estudiando, y veo a mis compañeros en la Universidad de Salamanca a los que les cuesta unos 1.700 euros el curso.

-¿Cómo se aprende alemán en un mes?

-Estudié un mes para hacer la prueba, y más o menos ahora, después de tres meses, me defiendo. Entiendo bien, pero hablarlo es más complicado. En junio tengo que sacarme el B1 de alemán, porque si no me echan del Conservatorio. En clase nunca se habla en inglés, siempre en alemán.

-¿Cuántas horas al día toca el oboe?

-Estamos en el Conservatorio de nueve de la mañana a nueve de la noche. Tenemos clases prácticas y teóricas. De tocar tú solo estudiando son unas cuatro horas al día. Además de los bolos que hacemos, algún cantante que te pide que le acompañes a algún acto... no paramos.

-Entonces, además de estudiar también le sale algún trabajo.

-Sí, salen un montón de trabajos. Estoy muy contenta.

-¿Le gustaría quedarse en Alemania tras cursar los estudios superiores?

-Sí, sin duda. De momento voy a estar cuatro años de la carrera, más dos del máster y me gustaría poder quedarme después trabajando. Echo de menos España, claro, pero es que allí estoy muy contenta, nunca pensé que tanto.

-¿Qué nota obtuvo en el Conservatorio de Zamora para merecer el Premio extraordinario de las enseñanzas profesionales de música de Castilla y León?

-Por sacar buena nota te podías presentar a un examen, que incluía análisis musical, historia de la música y otro del instrumento y saqué un 9,5.

-¿Qué supone este reconocimiento?

-Lo primero tenerlo en el curriculum, porque es bastante importante. Luego te pagaban la matrícula del primer año de los estudios en Salamanca, pero como yo me he ido pues nada.

-¿Ahora forma parte de alguna orquesta?

-No, no es fácil. Hago bolos y sí que me he presentado a pruebas de alguna orquesta joven, pero es muy complicado entrar porque hay gente muy buena.

-¿Cómo ve a los jóvenes de su edad, de los que a veces se dice que no están comprometidos con el futuro?

-Habrá de todo, pero yo veo que por la crisis estamos aún más concienciados y nos damos más cuenta de la realidad diaria.

-¿Tiene alguna obra o compositor favorito?

-Sí, todas las de Beethoven y obra, la Sinfonía del Nuevo Mundo, de Dvorak.

-¿Hay diferencias entre cómo se ve la música clásica en España y en Alemania?

-Sí, hay mucha diferencia. Allí todos los días hay alguna audición de algún instrumento y muchos conciertos de música clásica. Y eso que Friburgo no es una ciudad muy grande. Además son gratis para los estudiantes, en ese aspecto también es mejor allí, porque tenemos muchas facilidades.