Tan solo 179 de los 138.044 propietarios de viviendas susceptibles de ser alquiladas o vendidas han iniciado el expediente para obtener el obligado certificado de eficiencia energética, desde que entrara en vigencia, el uno de julio, la Ley que lo exige para efectuar cualquiera de esas dos operaciones. La provincia zamorana es la segunda en la que un menor número de titulares de pisos ha comenzado la tramitación necesaria para obtener ese distintivo, de acuerdo con los datos que difundió ayer la agencia Ical.

En Zamora existe un parque de viviendas estimado en 138.044 que tendrán que cumplir este requisito, siempre que sus propietarios decidan ponerlas en renta o deshacerse de ellas. El documento permite al futuro inquilino o nuevo titular conocer cuál será su gasto real en calefacción, electricidad o aire acondicionado cuando viva en el piso.

Pero no solo las viviendas están sometidas a esta nueva reglamentación, los locales comerciales y aquellos de uso administrativo deberán disponer del mismo certificado, puesto que la Ley únicamente exime de esta obligación a los propietarios de edificios industriales y habitáculos cuyas dimensiones sean inferiores a los 50 metros cuadrados o, en su defecto, que se alquilen por un periodo inferior a los cuatro meses.

El incumplimiento de este requisito al que obliga la nueva legislación implicará para los infractores sanciones de hasta 600.000 euros, según la gravedad de su conducta contraria a la normativa vigente desde el uno de julio pasado.

El Colegio de Ingenieros Industriales, que ha formado a técnicos competentes en esta materia, acogió la puesta en marcha de esta Ley como positiva para quienes deseen alquilar o adquirir esos bienes, ya que les permitirá optar por el de mejor rendimiento energético, es decir, el que tenga un menor gasto, gracias al certificado, en el que se concretan los datos relativos a esa cuestión.

Ingenieros industriales técnicos y superiores, arquitectos y arquitectos técnicos podrán llevar a cabo la expedición de esos documentos, puesto que los profesionales con las dos primeras titulaciones son los encargados de proyectar y dirigir las instalaciones eléctricas, de calefacción y de refrigeración. Los arquitectos y arquitectos técnicos también están cualificados para analizar las instalaciones y determinar el gasto energético que cada inmueble puede generar. Los colegios profesionales de estos técnicos han impartido cursos para formar a sus integrantes, dado que los certificados de eficiencia amplían el campo de trabajo de estas especialidades.