El éxito de participación y difusión que obtuvo el congreso celebrado en julio en la ciudad sobre la impronta judía de Zamora ha llevado a los organizadores a impulsar una serie de iniciativas que supondrían el estudio permanente en la capital de la llamada aljama (comunidad) sefardí, que se concretan en la creación de un centro de interpretación, la señalización de las juderías y la denominación de «plaza de los rabinos» para un espacio urbano o un jardín de la ciudad.

Avanzado mediante una conversación con la alcaldesa Rosa Valdeón, el proyecto ha sido redactado al detalle para entregarlo como propuesta concreta al Ayuntamiento. «El encuentro (de julio) demostró que Zamora cuenta con un potencial cultural no explorado en su totalidad y pensamos que este sería un buen momento para hacerlo», explica Jesús Jambrina, organizador del congreso «Reencuentro e historia de la aljama de Zamora». «Así, Zamora entraría en la red de ciudades españolas que ya cuentan con señalizaciones, centros de interpretación y otros atractivos de colaboración sobre la cuestión sefadí como Toledo, Barcelona, Segovia, Córdoba, Sevilla, Gerona o Hervás», añade Jambrina.

En opinión de los expertos -que lograron congregar en torno a los Barrios Bajos a profesores universitarios y estudiosos de varios continentes- la ciudad «tiene muchísimo que ofrecer en al ruta judía de España». «Tenemos esperanzas en que el liderazgo ciudadano, empresarial, político y pedagógico local se una a este esfuerzo que desde la academia estamos haciendo para revelar una parte de la historia zamorana poco visible hasta hoy», detallan.

Junto a las ideas, los organizadores del congreso ponen nombre y apellidos a cada una de las iniciativas. La señalización de las juderías -visible en ciudades no muy lejanas como Toledo o Segovia- es una de las primeras ideas que surgió, incluso durante la celebración del simposio. La propuesta incluye la identificación de nueve espacios distintos, la mayoría recogidos en las dos grandes juderías: la antigua, en el entorno de los Barrios Bajos, y la nueva, localizada en La Lana.

De esta forma, los expertos proponen identificar tanto los escasos vestigios físicos que dejó la importante comunidad judía como los espacios que aparecen reflejados en la documentación histórica. Entre los primeros se contaría la januquía (candelabro de siete brazos) esculpido en un sillar de la iglesia de San Ildefonso o la tarja ubicada en el muro que sirve de esquina entre la calle Obispo Nieto y el bosque de Valorio, donde algunos historiadores ubican un antiguo cementerio hebreo.

En el segundo grupo estaría, por ejemplo, la plaza de San Sebastián, en pleno barrio de La Lana. Es aquí donde está localizada la última sinagoga que se erigió, y que quedó sin uso con el decreto de expulsión de los Reyes Católicos en el año 1492. A ella, quizá, hace referencia un documento de matrimonio que hoy se guarda en la Biblioteca Nacional de Israel.

Asimismo, los estudiosos incluyen en esta lista la propia plaza de Santa Lucía, las esquinas de la Cuesta del Caño, Puerta Nueva y calle Corredera, la antigua Puerta de San Torcuato, la ronda de San Antolín o la cuesta de Santa Ana.

A continuación, el documento refleja la creación de «una plaza o jardín de los rabinos». «Aunque la figura más prominente de los rabinos zamoranos fue Isaac Campantón (1360-1463) lo cierto es que existieron otros muy importantes tanto en España como en la diáspora, cuya formación se produjo en Zamora o fue influenciada por los rabinos zamoranos», explica el informe.

La plaza o jardín serviría como «homenaje» a varias de estas figuras «a través de varios paneles artísticos o murales donados por el artista zamorano de Castroverde de Campos Salvador Porquera», especifican los promotores. La propuesta concibe el sitio «como espacio de reflexión para el visitante y el ciudadano donde se cuente la historia de estas figuras y se incluyan algunas de sus frases más sobresalientes». El lugar escogido estaría en cualquiera de las judería e incluiría «un jardín, árboles y bancos para sentarse».

El centro de interpretación, que podría tomar el nombre de Isaac Campantón, tendría como objetivo «estudiar, conservar y divulgar la memoria de la aljama de Zamora». Para ponerlo en marcha, los promotores solicitan un local, desde donde organizarían visitas guiadas a las juderías y viajes educativos, ofrecerían clases de idiomas (hebreo o judeo-español, entre la oferta) o búsquedas genealógicas e impulsarían publicaciones.

Señalizar nueve puntos en la capital

La propuesta recoge nueve sitios que pueden ser identificados mediante los paneles oportunos. Entre ellos, se cita la inscripción de un candelabro de siete brazos en la iglesia de San Ildefonso o la tarja ubicada entre la calle Obispo Nieto y Valorio. También lugares que aparecen mencionados en la documentación histórica como las plazas de San Sebastián y Santa Lucía o las esquinas de la cuesta de Caño, Puerta Nueva y calle de la Corredera en La Horta. La antigua puerta de San Torcuato, las cuesta de San Antolín y San Bartolomé y la ronda de Santa Ana también aparecen.

Una inversión «muy reducida»

Los promotores entienden que la inversión necesaria sería reducida, en este caso, para el Ayuntamiento de la ciudad.

Un espacio para difundir «la memoria de la aljama»

El centro de interpretación tiene por objeto «estudiar, conservar y divulgar la memoria de la aljama de Zamora, ciudad y provincia; extensiva a Castilla y León». Correspondería al Ayuntamiento la cesión de un local y a los promotores la financiación mediante donaciones y ayudas. Las instalaciones podrían ubicarse en los barrios de La Horta o La Lana.

Idiomas, búsquedas genealógicas o publicaciones

La actividad del centro se llevaría a cabo mediante visitas guiadas a las juderías de la ciudad, clases de idiomas (hebreo o judeo-español, entre ellos), publicaciones, presencia en redes sociales y viajes educativos del tema sefardí a otras ciudades de España e Israel.

La «plaza» o el «jardín» de «los rabinos»

El llamado «jardín» o «plaza» de «los rabinos» podría llevar el nombre del más prominente estudioso judío de la Edad Media en Zamora, Isaac Campantón (1360-1463), los promotores apuestan por convertir este espacio en homenaje a los muchos estudiosos de la época. Entre ellos, citan a Isaac Aboab II (1433-1493), Moses Al-Ashkar (1460-1535), Isaac Arama (1420-1494), Isaac Campantón (1360-1463) o Jacob ben Solomon Habid (1460-1516).

En cualquiera de las juderías

Los impulsores proponen algún sitio ubicado en cualquiera de las dos juderías. «Si se decide hacer un jardín, podría aprovecharse la ocasión para sembrar arboles y situar bancos para que el ciudadano se siente si lo desea», apuntan.