Víctima de una estafa. Así se declaró el denunciante que compadeció ayer en el juzgado de lo Penal para explicar que su exnovia y un amigo se pusieron de acuerdo para robarle la tarjeta de crédito y sustraer de su cuenta 550 euros. La mujer no compadeció, pero sí lo hizo el hombre, quien confesó que en esa época mantenía también una relación con la acusada, pero que negó cualquier relación con este delito, argumentando que esa noche no se encontraba en el lugar de los hechos ni visitó a la mujer en su vivienda.

La víctima, que declaró por videoconferencia, explicó que después de sacar 50 euros del cajero un hombre le arrebató la cartera del bolsillo de su pantalón y salió corriendo. Inmediatamente fue a cursar la denuncia ante la Policía Nacional y acudió a casa de la que por entonces era su pareja. Poco tiempo después entró un individuo al que reconoció como el que le había robado poco antes y que le acababa de dar «algo» a su novia, posiblemente su propia cartera.

Los abogados de la defensa, por su parte, dudaron de la declaración del denunciante, subrayando sus «declaraciones contradictorias» y asegurando que era poco probable que pudiera identificar al ladrón si este había salido corriendo, que las horas de la denuncia no coinciden con las del robo y la visita a la vivienda y que su defendida no conocía las claves de la tarjeta de crédito.

Los policías que testificaron reconocieron que la mujer que se vio poco después en un cajero de la calle Leopoldo Alas Clarín era la acusada «una delincuente habitual muy conocida».

La fiscal solicita para cada uno de los acusados dos años de prisión por un delito continuado de estafa, así como una multa de 720 euros por una falta de hurto e indemnización subsidiaria a la víctima de 637 euros como responsabilidad civil.

Por otra parte, cuatro jóvenes se conformaron con la pena de un año y nueve meses de cárcel, que en el caso de uno de ellos asciende a dos años por contar con antecedentes penales, por un delito de robo. Los hechos ocurrieron en marzo de 2008, cuando el grupo de amigos alquiló una furgoneta para acercarse al telecentro de Guarrate y sustraer diverso material informático. Después forzaron la ventana de una vivienda particular y se hicieron con un variado botín en el que se encontraba desde una televisión, hasta candelabros, platos o una guitarra. Todos estos objetos fueron recuperados en el mismo día por los agentes de la Guardia Civil, que descubrieron la furgoneta en la localidad de Moraleja del Vino y detuvieron a sus ocupantes.

En la conformidad, la fiscal tuvo en cuenta los atenuantes de drogadicción de todos los acusados, además de dilaciones indebidas, por tratarse de un delito que ocurrió hace ya cinco años. En el grupo también estaba un menor, que ya fue juzgado en la sala correspondiente por este delito.

Robo tras salir del cajero

Según relató la víctima, nada más salir del cajero un hombre le arrebató la cartera, que tenía en el bolsillo de atrás del pantalón, donde tenía la tarjeta de crédito y los 50 euros que acababa de sacar. Decidió acudir a la comisaría para denunciar lo que acababa de pasar.

Encuentro en casa

Poco después de llegar a la casa de su novia, llamó a la puerta una persona, con la que intercambió «algo» y en seguida reconoció que ese hombre era el que le había arrebatado la cartera de su pantalón poco tiempo antes.

Visionado de imágenes

Cuando acudió a la comisaría para visionar los vídeos de las cámaras de seguridad, vio en ellas a la que ya era su exnovia, entrando en un par de ocasiones para, según su declaración, sacar con su tarjeta dos reintegros de 400 y 150 euros.

Petición de pena

El Ministerio Fiscal solicita para la exnovia del denunciante y para su cómplice una pena de dos años de prisión por un delito continuado de estafa, además de una multa de 720 euros, a los que habría que sumar 637 euros como responsabilidad civil.