El Plan PIVE se acaba. Esta frase, posiblemente la más repetida en los anuncios publicitarios de la actualidad, conlleva una nube negra que se cierne sobre los concesionarios de la capital, que creen que no serán capaces de sostener el nivel de ventas cuando se acaben las ayudas estatales, que alcanzan los mil euros en el caso de que se entregue un coche usado de más de diez años de antigüedad. El Gobierno, indican desde dentro del sector, «debe tenerlo muy claro», sin el PIVE, «el mercado se va a caer de inmediato». Los profesionales de la venta de vehículos explican que el consumidor «ha interiorizado» que se ahorra una importante cantidad de dinero si entrega un coche antiguo y «no comprará si se quitan estas ayudas». Los concesionarios consultados estiman que los fondos con los que ha sido dotado el PIVE no se extenderán más allá de agosto.

El sector vive de lleno los efectos de la crisis económica. De hecho, según Pedro Tejedor, especialista en el sector, «la situación económica de un país puede analizarse con datos de venta de vehículos» y ahora «el que compra un coche es porque lo necesita, nadie se tira a la piscina, antes mucha gente compraba un coche con financiación pero eso ahora va a menos, el que compra suele pagar al contado».

Las ayudas del Gobierno, que se complementan con otras que desembolsa la marca y que «podrían seguir» cuando se acaben los fondos estatales no han servido, al menos en la provincia, para aumentar el nivel de ventas del año 2012. Según los datos de matriculaciones entre enero y junio de este año se han vendido en Zamora 777 turismos nuevos, un 8% menos que en el primer semestre de 2012, cuando se matricularon 843. Los profesionales entienden que, aunque no se haya conseguido aumentar el nivel de ventas, la caída podría haber sido mucho más acusada sin la dotación de fondos públicos. Además, defiende Tejedor, la dotación de fondos públicos para incentivar la compra de vehículos se traduce en «beneficios para el Estado por la vía de los impuestos» ya que, además de la matriculación u otros de los que se pagan periódicamente «tenemos que tener en cuenta los gatos de las inspecciones técnicas o los impuestos del combustible».