Rompió un cristal de un bar del barrio de Los Bloques y accedió al interior para hacerse con el botín de la máquina registradora, 600 euros, a los que hay que añadir el dinero de la máquina tragaperras y una veintena de cartones de tabaco. Además, el día antes había entrado en el Hospital Recoletas para sustraer de las taquillas tres teléfonos inalámbricos. Por estos hechos, ocurridos en 2006, fue juzgado el acusado en la sala de lo Penal de Zamora, aunque finalmente las partes llegaron a conformidad, por lo que no tuvo que celebrarse el juicio. El Ministerio Fiscal rebajó su petición inicial atendiendo al atenuante de drogadicción, avalado por un informe de Proyecto Hombre, y finalmente fue condenado a un año de prisión por un delito de robo con fuerza en el establecimiento, además de una falta de hurto, por lo que tendrá que estar diez días en localización permanente.

En cuanto a las indemnizaciones, deberá devolver los 600 euros al dueño del bar, además del valor en el que se tase tanto el tabaco como los daños ocasionados a las dos máquinas forzadas. Al centro médico también tendrá que devolverle el valor de los teléfonos sustraídos.