Un funcionario de la Junta de Castilla y León en Zamora ha dado positivo en la prueba de tuberculina entre la veintena de análisis realizados la semana pasada por prevención, después de que otro trabajador, no residente en la capital zamorana, diera el aviso de que padecía la enfermedad.

«Se trata de una persona que no vive en Zamora y tuvimos conocimiento por el propio enfermo, que comunicó a sus amistades y compañeros que tenía la enfermedad», explicó a Ical el jefe del Servicio Territorial de Sanidad, Juan Emilio Antón. «La información no ha ido por los cauces habituales en ese sentido pero, en cualquier caso, se decidió hacer las correspondientes pruebas, por prevención, a los compañeros y familiares, a quienes viven más cerca del enfermo y que pasen varias horas al día con él», añadió el responsable sanitario.

En este contexto, Juan Emilio Antón recordó que en Castilla y León se registra una media de unos 15 casos al año de positivos de tuberculosis pulmonar por cada 100.000 habitantes y precisó que en la provincia de Zamora ha habido once notificaciones de once posibles casos, de los que se han registrado ocho confirmaciones. «Estamos dentro del rango normal, por lo que está claro que no tenemos ninguna epidemia», aseguró. «En este caso, se estimó lógico y necesario hacer esa prueba a los compañeros y la cosa ha ido bien porque sólo ha aparecido un positivo, que no significa que este enfermo sino que ha tenido contacto con el bacilo, por lo que hay que estudiar a esa persona para determinar si tiene o no la enfermedad», agregó.

Este caso se produce un mes después de que varios escolares de los colegios de Almeida y Moraleja de Sayago dieran positivo en otra prueba de tuberculina realizada a toda la comunidad educativa, incluidos los docentes, ante la «sospecha clínica» de un caso de esta enfermedad.

Un total de cincuenta niños de Infantil y Primaria se sometieran a la llamada «prueba de Mantoux», el único método aceptado para el diagnóstico de la infección tuberculosa.

Fuentes de la Junta de Castilla y León confirmaron entonces la práctica de las pruebas de tuberculina como una actuación que se enmarca dentro del protocolo de prevención y control de la infección bacteriana contagiosa que afecta principalmente a los pulmones, pero puede propagarse también a otros órganos. Desde la Junta llamaron entonces también a la «tranquilidad» de los padres porque «el que hayan salido casos positivos en tuberculina no quiere decir que vayan a desarrollar la enfermedad». Los padres pidieron información al respecto para saber cómo actuar ante la enfermedad o para prevenir su contagio.

La tuberculosis vuelve a poner en guardia a los zamoranos con un nuevo brote de la enfermedad que según las autoridades supone un caso aislado.