«El tren ha absorbido multitud de trayectos que por su naturaleza corresponden al autobús», indica Andrés Tamame. El ferrocarril, indican desde la patronal del sector, que «cuenta con todas las ayudas y los beneficios» que otorga el sector público, ha podido bajar los precios y hacer una competencia al autobús «que ha costado al sector muchísimos viajeros». Tamame indica que, en lo referente a servicios, «no podemos competir con un tren, que es más rápido y más cómodo».

En lo referente a las ayudas públicas Tamame confirma que en la provincia son beneficiarias de ellas las líneas regulares de transporte de viajeros que, por sus condiciones, son deficitarias al no contar con viajeros. La patronal defiende que el autobús competiría con el tren si tuviera precios más bajos pero en ningún caso si el ferrocarril tiene un coste similar.