Un año y un día sin carné de conducir. Esa es la condena para un zamorano que fue descubierto conduciendo ebrio por la avenida de Cardenal Cisneros. Las dos pruebas que se le realizaron arrojaron 0,84 y 0,82 gramos de alcohol en sangre, respectivamente, por lo que el acusado tuvo que abandonar su vehículo. Además, en el juicio, celebrado ayer en el Juzgado de lo Penal de Zamora, se le acusaba de un delito de desobediencia a la autoridad y de otro de amenazas, ya que tuvo un enfrentamiento con otro conductor.

La Fiscalía y defensa llegaron a un acuerdo previo, por lo que no hubo que celebrar el juicio. Por ese motivo, la fiscal modificó su escrito de acusación y la sentencia condenó al acusado por un delito contra la seguridad vial a un año y un día sin poder conducir ningún tipo de vehículo o ciclomotor y una multa que asciende a 720 euros, una cifra a la que habrá que sumar 1.200 euros por una falta de desobediencia a la autoridad por su trato con los agentes que le practicaron la prueba de alcoholemia y otros 1.200 euros por una falta de amenazas. Los hechos ocurrieron en abril de 2011.

Precisamente, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto en marcha una campaña especial para el control de alcoholemia, que se prolongará durante toda la semana y hasta el próximo 15 de julio. En la última operación de estas características, realizada en la campaña de las pasadas navidades, en Zamora resultaron positivas tan solo 51 de las 6.863 pruebas que se realizaron, lo que significa apenas el 0,74% del total.

De enero a mayo, la Guardia Civil ha realizado en las carreteras de la provincia 35.963 controles y la mayoría de ellos, un 98,90%, han sido negativos, lo que corrobora la concienciación entre los conductores sobre los peligros de combinar volante y alcohol.

La mayor parte de estos controles han sido de carácter preventivo, aunque también se han realizado por accidentes, con 134 de los 4.535 de los efectuados positivos, y por infracciones, donde 310 de los 38.051 conductores tenían mayor índice de alcohol en sangre que el permitido.

Con esta campaña especial, agentes de agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y efectivos de la Policía Local aumentarán los controles sobre este factor de riesgo, con el objetivo de realizar en todo Castilla y León 3.000 pruebas diarias de alcoholemia a conductores que circulen por las carreteras, con un total aproximado previsto de 21.000 pruebas.

Estos controles no se realizarán solo en horario nocturno, sino también al medio día, para que resulten también disuasorios de ingestión de bebidas alcohólicas durante las horas posteriores a la comida. Desde la DGT se recomienda que, además de no ingerir alcohol si se va a coger el coche, se trate de impedir que otras personas que hayan bebido lo hagan porque «aunque nos creamos en pleno uso de nuestras facultades físicas y mentales, con la ingesta de alcohol estamos multiplicando el riesgo de sufrir un accidente», se recuerda. Por último, el exceso de alcohol no es solo peligroso para el conductor, sino también para el peatón, con una percepción equivocada de su entorno, pérdida de visión y mayor asunción de riesgos.