El escritor Luis García Jambrina acaba de publicar una nueva novela negra.

-El libro comienza con una cita de Claudio Rodríguez.

-Se trata de unos versos del poema «Por tierra de lobos», de «Alianza y condena», de él procede el título de mi novela. El poema refleja muy bien, además, el clima de miseria moral de la posguerra, la sumisión de las mujeres, la opresión y la violencia reinante en esa época.

-Nueva novela y una época. Abandona al estudiante de leyes Fernando de Rojas en el siglo XV, el protagonista de sus dos anteriores novelas para optar por una mujer de mediados del siglo XX. ¿Por qué este giro?

-A Rojas no lo he abandonado del todo, pero quería hacer algo diferente y me salió al paso un nuevo personaje, en este caso de la España reciente. El giro no ha sido tan grande. Se trata más bien de un cambio del lugar en el que pones el acento, por así decirlo. Las anteriores eran novelas históricas con elementos del género negro y policíaco, mientras que «En tierra de lobos» es, en principio, una novela negra con la que intento recuperar una pequeña parcela de la memoria histórica de la posguerra.

-«En tierra de lobos» se desarrolla en parte en Salamanca ciudad y provincia, como las dos entregas de Manuscrito. ¿Por qué?

-En los «Manuscritos» Fernando de Rojas había estudiado y escrito La Celestina en Salamanca. En el caso de la nueva novela, yo necesitaba una ciudad de provincias relativamente cerca de Madrid, con mucho movimiento y un barrio chino floreciente y eso me lo daba Salamanca. Por otra parte, llevo ya muchos años documentándome sobre la historia de esta ciudad, de modo que es un escenario que conozco muy bien.

-El personaje central es una mujer inspirada en la periodista Margarita Landi. ¿Qué le ha hecho elegir esta figura?

-La idea surgió después de leer una tesis doctoral sobre el semanario El Caso escrita por una hispanista francesa, Marie Franco, y editada en francés en 2004, justo el año en el que murió Margarita Landi. En ella se hacía la historia de los diez primeros años de esta publicación y de su peculiar situación dentro del régimen franquista, sus enfrentamientos con la censura, etc. Mientras la leía, me vinieron de pronto a la cabeza algunos recuerdos de mi infancia relativos a mi abuelo, que era un lector voraz e incondicional de El Caso, y que, además, presumía ante todo el mundo de haber conocido a Margarita Landi e incluso de haberla ayudado en una ocasión en que esta había estado en Zamora para cubrir un crimen bastante truculento. Hablaba de ella con mucha fascinación y recuerdo que, cuando mi abuelo murió, encontré una carpeta llena de recortes con artículos y fotografías de la famosa reportera, también conocida como «la rubia del deportivo». Así que este personaje comenzó a tirar de mí y me llevó a escribir la novela.

-En el texto aparece la redacción de un diario de sucesos, ¿se trata de un homenaje a El Caso?

-Es un homenaje al periodismo de sucesos y al periodismo en general en una época especialmente oscura de nuestra historia. Mi intención era mostrar todo lo que se mueve en torno al periodismo de sucesos en una época en la que, precisamente, estaba prohibido hablar de esa parte oscura. Mientras la propaganda del régimen se dedicaba a promocionar y propagar la imagen de un país idílico donde nunca pasaba nada, la censura tenía como principal misión negar la realidad. Y, en medio de todo ello, estaba El Caso, que, por un lado, fomentaba el conformismo y la resignación cristiana a través de la ejemplariedad de sus artículos, y, por otro, era la única publicación que se atrevía a mostrar la pobreza, las tremendas desigualdades, el subdesarrollo económico y la miseria moral de la España de entonces, de ahí que la protagonista viva un poco desgarrada por las contradicciones.

-La protagonista es una abanderada de las causas perdidas, una mujer independiente y luchadora en unos momentos en los que las féminas no gozaban de todas sus libertades por el hecho de su sexo.

-Al parecer fue una mujer extraordinaria, y más teniendo en cuenta el contexto en el que le tocó vivir. Fue una pionera dentro del periodismo español, una reportera intrépida y llena de recursos que llegó a hacerse muy popular, pero, sobre todo, fue una mujer independiente en un mundo autoritario y dominado por los hombres. En medio de la miseria y la fealdad entonces reinantes, contaba con algo del glamour de las películas de Hollywood y del modo de vida americano. Como periodista, tenía mucha garra y un estilo muy ágil. También tenía sus propias teorías sobre el mundo del crimen. Entre otras cosas decía que todos somos capaces de matar, basta con que se den las circunstancias adecuadas para ello. En mi novela, yo le he cambiado el nombre por el de Aurora Blanco, le he quitado algunos de sus aspectos más llamativos, para que mi retrato no pareciera demasiado caricaturesco, y le he añadido diversos rasgos y retoques de mi cosecha, para convertirla en un personaje realmente mío. Asimismo, la he puesto en la tesitura de tener que enfrentarse a una serie de crímenes y, de paso, a los poderes del Estado, poniendo en riesgo su propia vida, lo que acabará convirtiéndola en una periodista comprometida con la verdad y la justicia en un país donde, oficialmente, nunca pasaba nada.

-Presenta una España donde la corrupción está a la orden del día o bien los personajes hablan de la política exterior como un elemento que condiciona ciertos actos, una situación que no ha cambiado tanto.

-Me gusta mucho que el presente y la vida irrumpan en mis novelas para que el lector pueda por su cuenta y riesgo establecer analogías entre lo que yo cuento, que no deja de ser una fábula, y la realidad actual. Por otra parte, debemos tener en cuenta que, de una manera u otra, somos hijos de esa época de la que hablo en mi novela.

-Esta periodista ¿volverá a resolver algún caso más? Y ¿Fernando de Rojas?

-Fernando de Rojas volverá, pero de momento está en el dique seco. En cuanto a Aurora Blanco, creo que es un personaje de largo recorrido, con muchos casos por resolver. Mi idea sería hacer un recorrido por la España de los años cincuenta y sesenta a través de los casos y las andanzas de este personaje.

-¿Va a presentar el libro en algunas ciudades?

-Dadas las fechas en las que estamos hemos preferido aguardar a la vuelta del verano para presentarlo en Zamora y Salamanca, con el libro ya rodado. De momento voy a presentarlo el día 9 de julio en la Semana Negra de Gijón, que es el festival más importante del mundo hispánico dedicado a este género. Se da la circunstancia, además, de que Margarita Landi pasó los últimos años de su vida en Gijón, así que me gustaría que este acto fuera una especie de homenaje a su memoria. La novela también estará presente en el Getafe Negro, que organiza Lorenzo Silva en esa localidad madrileña.

Zamora, 1960.

Doctor de Filología Hispánica por la Universidad de Salamanca y profesor titular de la misma. Ha profundizado en la poética de Claudio Rodríguez, pero se dio a conocer con «El manuscrito de piedra» que ha alcanzado la décimotercera edición y ha sido traducida a varios idiomas. En 2009 obtuvo el Premio Internacional de Novela Histórica Ciudad de Zaragoza. En 2010, publicó «El manuscrito de nieve», lo que algunos definen como «thriller histórico» pero que él prefiere llamar «novela negra de época».