No le dio tiempo a reaccionar y chocó contra el coche que estaba parado en el semáforo en rojo, haciendo además que este alcanzara por detrás debido a la inercia a otro que tenía más adelante.

Los hechos ocurrieron en noviembre de 2011, cuando R. S. V. circulaba, a las cinco de la tarde, por la avenida Cardenal Cisneros de la capital. Afortunadamente, en el accidente solo hubo que lamentar daños materiales y ninguno de los ocupantes de los vehículos siniestrados tuvieron lesiones.

Cuando los agentes de la Policía Municipal se acercaron al lugar de los hechos y realizaron la prueba de alcoholemia al conductor del vehículo que provocó el accidente, comprobaron que su tasa de alcohol en sangre era superior a la permitida, alcanzando los 0,92 gramos.

En el juicio, celebrado ayer en la sala de lo Penal, fiscal y defensor llegaron a un acuerdo previo, modificando el primero su escrito de acusación, ya que tuvo en cuenta que el acusado ya había indemnizado a los afectados, cumpliendo así con su responsabilidad civil.

De este modo, además de ser condenado a una multa de 720 euros, el acusado no podrá conducir ningún vehículo a motor ni ciclomotores durante un año y un día.