Como sabemos, en el verano de 1492 había en Zamora una sinagoga mayor, una escuela Talmud Torá, al menos un cementerio judío y una imprenta hebrea. Asimismo, existe documentación histórica de dos juderías, la vieja, localizada entre la cuesta de San Cipriano y la Plaza Santa Lucía hasta la encrucijada que forman las calles Puerta Nueva, y la Cuesta del Caño en el actual barrio de La Horta, siendo la calle Zapatería la principal; y la judería nueva que va desde la calle San Bartolomé, cruzando Riego y Feria hasta la cuesta de Santa Ana y la zona de la Puerta de San Torcuato con la antigua calle Larga, hoy Sancho IV, como centro, en el barrio de La Lana.

De esa intensa vida, quedan pocas, pero significativas evidencias materiales. La primera referencia a la ciudad como «morada de muchos judíos» la tenemos en el año 1219 como parte de una donación de casas a la orden de los dominicos en Puebla de la Vega junto «al enterramiento de los judíos». A partir de ese momento y hasta la expulsión, la presencia hebrea en Zamora creció, llegando a convertirse desde finales del siglo XIV y durante todo el siglo XV en la ciudad de referencia para los estudios talmúdicos por lo cual, quizá, la mayoría de las siguientes evidencias se relacionan con esta última característica.

En todo caso, estas ilustran el devenir de una comunidad urbana numerosa, laboriosa, sofisticada intelectual y espiritualmente y como lo han subrayado varios historiadores desde Cesáreo Fernández Duro hasta Carlos Carrete Parrondo, Guadalupe Fernández de Castro, Florián Ferrero y Fuencisla García Casar, de larga data en la ciudad y la provincia. Estos datos están llamados a enriquecer y alumbrar un poco más las narrativas arqueológicas e históricas locales, ofreciendo una visión más científica y objetiva de la presencia judía en la «Hermosa, provincia, la mejor entre las del norte» como llamó el rabino Isaac Arama (1420-1494) a Zamora.

? El Comentario al Pentateuco, del rabino Shlomo Yitzhaki, conocido como RaShi (1040-1105) publicado por los impresores zamoranos Immanuel y Samuel ben Musa alrededor de 1487, incunable actualmente en la Biblioteca Bodleiana de Oxford, en Inglaterra.

? Un ensayo acerca de la retribución divina, de Abraham ben Salomón de Zamora, autor del siglo XIII, poco conocido y cuyo manuscrito se halla en la biblioteca del Estado de Munich (códice 47-7d). (referencia en Gonzalo Díaz Díaz, «Hombres y documentos de la filosofía española», Volumen 1, página 50)

? La jánuquia en el sillar de la iglesia de San Pedro y San Idelfonso en Zamora, cuyo estilo, según el investigador Álvaro López Asencio, puede ser datado antes del siglo XII.

? Una ketubah (o contrato de matrimonio) entre Moshe Sabba y Shabi Luna redactada en Zamora en 1447, digitalizada en la Biblioteca Nacional de Israel.

? Un pendiente de oro reproducido en la revista Zamora Ilustrada el 28 de Junio de 1882, encontrado mientras se construían dos carreteras en el área de lo que sería el cementerio judío. (Juderías de Castilla y León, Guadalupe Ramos de Castro, 1988, página 181)

? La escritura del libro Los caminos del Talmud de Isaac Campantón (1360-1463) editado entre otra ciudades en Venecia, 1565; Mantua, 1593; Amsterdam, 1706, 1711, 1754, y Viena, 1891.

? Dos sellos presentados en Las inscripciones hebreas de España (1956) de F. Cantera Burgos y J.M. Millás Vallicrosa, páginas 369-370, y «Nuevo sello hebreo de la aljama de Toro», El Olivo, 9, 1979, 41-47.