Los secretos que guarda el patrimonio de la provincia son cada vez más transparentes para los alumnos zamoranos, que año tras año obtienen su reconocimiento en los premios que convoca La Fundación del Patrimonio Histórico.

Los tapices de la Catedral han sido la base de trabajo del grupo del IES Maestro Haedo, que ha trabajado con las 20 piezas que posee el Museo Catedralicio y por el que han conseguido, igual que la Escuela de Arte, un segundo premio en el concurso. «Al principio fue complicado, porque no habían oído hablar de los tapices, y aunque la Historia es una materia troncal son alumnas de ciencias, pero se han interesado mucho por la cultura clásica y el arte», afirma el profesor de Historia de las alumnas, Cándido Ruiz.

En su trabajo, que se presenta como un relato en el que un alumno de Erasmus en Amberes conoce la influencia española en la zona, el grupo se pronuncia acerca de la posible restauración de los tapices, «así como la recuperación de partes estropeadas y lo más importante, la creación de un museo que cuente con las condiciones adecuadas para mostrar y conservar estas obras de arte», subraya Ruiz.

Las ruinas del fuerte de Carbajales de Alba, del que en la actualidad solo quedan parte de los muros de los extremos, ha cobrado de nuevo vida gracias al equipo «Los olvidados» de la Escuela de Arte y Superior de Diseño de la capital. En su trabajo se pone de manifiesto la importancia que esta construcción defensiva tenía en el siglo XVI, «cuando este era el único camino de la provincia para pasar hacia Portugal», subraya Ricardo Flecha, profesor del grupo de estudiantes.

En su afán por poner en valor tanto el fuerte, como el resto de monumentos de la zona de frontera declarados Bienes de Interés Cultural (BIC), el grupo ha ideado una historia que comienza con el descubrimiento de unos cañones de la Guerra de la Independencia olvidados por la tropa.

Su trabajo lo acompañaba una pequeña maqueta con el plano de lo que fue el fuerte, que enseñó a las alumnas «desde la técnica para crearla, que implica reacciones químicas que no conocíamos, hasta el hecho de saber que existen todos estos monumentos, como las minas de oro de Villadepera y todo el patrimonio olvidado por esta zona», lamentan las estudiantes.

Con la satisfacción del trabajo bien hecho, profesores y alumnos no dudan en que más allá del premio, (un viaje a Ávila) la experiencia y lo aprendido bien vale volver a formar parte de estos equipos en la próxima edición.