La labor del padre Leoncio, aunque él insista en restarle importancia, ha ayudado a miles de niños y niñas de la calle de las zonas más pobres de Buenos Aires a tener un futuro, siempre a través de la educación durante más de medio siglo. Junto a la escuela, este villalpandino se muestra especialmente satisfecho con los cinco hogares que ha puesto en marcha para niños de familias desestructuradas, «inaugurados por el propio cardenal Bergoglio», subraya con satisfacción. «Acogemos a personas que viven solas, es algo muy lindo. Si van a trabajar no pueden cuidar a los niños y si se quedan a cuidar a los niños se mueren de hambre por no trabajar. Nosotros tenemos a los hijos de lunes a viernes en unas casas con mucha dignidad», explica el zamorano, quien asegura que esta misión era «muy apreciada» por el propio papa Francisco. Junto a estos proyectos, cada día se puede ver al padre Leoncio al frente de la parroquia de Fátima, en el barrio de Villa Soldati, un suburbio de la capital bonaerense al que el entonces cardenal acudía con asiduidad. «Está en uno de los barrios más pobres de Buenos Aires, pero él venía a menudo y siempre en transporte público, que aquí es bastante deficiente. Siempre se negaba a que le llevaran o le recogieran en auto», apunta el misionero, quien comenzó su labor cuando apenas tenía 20 años y ha dedicado completamente su vida a servir a los demás, en especial a los más pequeños.

Villalpando (Zamora)

Con el corazón dividido entre su tierra natal, de la que se fue con solo 11 años para estudiar en el seminario de Valladolid, y el Buenos Aires que le acogió hace ya más de medio siglo, el padre Leoncio Herrero Núñez, misionero del Sagrado Corazón de Jesús, se ha hecho un merecido hueco en la vida de los más necesitados de la capital argentina, con una obra que abarca una escuela infantil y varios hogares para niños y niñas, sin olvidar la parroquia de Villa Soldati, que durante muchos años ha sido visitada por el actual papa Francisco, ofreciendo así su apoyo a la gran labor social del zamorano.