Decenas de fieles acudieron ayer a la iglesia de San Vicente para iniciar el novenario en honor a Nuestra Madre de las Angustias, un ritual eucarístico que se inicia el quinto jueves de Cuaresma y tendrá su fin el próximo Viernes de Dolores, 22 de marzo.

Tal y como explica la cofradía, cada una de estas nueve etapas se resumen en «oración y buenas obras». «Ha de confesar y comulgar el primer día o alguno de ellos para que purificada el alma de las culpas, sean todas nuestras obras hechas en gracia meritoria de la vida eterna y más eficaces para conseguir lo que a Dios pedimos por medio de esta novena», especifican. La novena también sirve para dar la bienvenida a los nuevos hermanos con la imposición de medallones. Nuestra Madre es la segunda cofradía con más hermanos de la Pasión zamorana, que ya superan los 4.000 fieles.