Reflejos acuáticos

Si la naturaleza ya estaba presente en su hacer, ahora la pintora ha optado por centrar su atención también en el agua y la vegetación que la rodea. «Desde hace unos años he optado en el tema del agua porque en las temporadas en las que no he podido pintar he utilizado una cámara para realizar fotografías. Con ella descubrí la maravilla que hay en los reflejos acuáticos, lo que me sumergió en un mundo de imágenes que tenía que ver con lo que está y no está, como la vida, en el fluir, en lo profundo y la superficie donde se refleja el resto del universo», explica la artista que apuesta por obras donde priman los tonos verdes y azules.

«Cuando contemplo las superficies acuáticas a través de mí se produce algo sanador que hace que necesite expresar eso que he recibido de la naturaleza». «Cuando una pintura se convierte en un lugar necesariamente está viva y eso es lo que busco en mis obras», detalla Ana Zaragozá que en cada creación persigue «encontrar el lugar donde se encuentra la belleza». La creadora en «Aguas contempladas» reivindica «a través del reflejo la búsqueda de la belleza para que transpole a nuestra parte social, para que el mundo despierte en el sentido de sacar de la trastienda lo que nos ilusiona y nos hace estar vivos, que, desde mi punto de vista, es lo que puede salvarnos en la hecatombe en la que estamos y en la que hay personas que están empeñados en que sigamos dormidos y angustiados». «Quiero que Zamora sea una ciudad donde esté el mundo de la cultura activo y vivo y para eso tenemos que participar en la actitud de búsqueda de la belleza y crear c un contagio de positividad», esgrime la pintora que realizó el cartel oficial de la Semana Santa de 2011 y que también realiza pintura en seda «con la que subsisto, mientras que mi obra pictórica tiene que ver con la subsistencia espiritual, que para mí es una necesidad».

La muestra permanecerá abierta en Espacio 36, hasta la jornada del Miércoles Santo.