La Fiscalía dio ayer por sentado que la modificación del cheque entregado a un agricultor por la venta de patatas de recogida a una empresa del sector había sido obra del acusado, quien varió la cantidad a cobrar de 3.634 euros en 2.000, al considerar que su producto valía más de lo que le pretendían pagar y que el coste de las semillas de patata que la empresa le cargaba en ese pago era demasiado elevado. El procesado, que no acudió ayer al juicio celebrado en el Juzgado de lo Penal, se enfrenta a la petición de dos años de cárcel y la multa de 3.000 euros por el delito de falsedad en documento mercantil (el cheque) en concurso con otro de estafa. La fiscal dio por buena la versión del administrador de la empresa, quien entregó en mayo de 2010 el cheque al agricultor con un importe inferior en 2.000 euros a lo que el banco abonó al labriego. Cuando el trabajador fue al banco comprobó que se había variado la cantidad a pagar, por lo que pidió explicaciones al imputado, que le dijo que «no estaba de acuerdo con la cantidad» que se le pretendía pagar una vez descontado el precio de las semillas de patata que había adquirido, según la tesis que mantiene la acusación pública.

La fiscal recordó que existen pruebas periciales que confirman que sobre el número tres inicial de la cuantía a pagar se escribió un cinco, por lo que hubo una modificación del cheque de lo que la acusación pública responsabiliza al agricultor.

La abogada del acusado solicitó su absolución al estimar que no está acreditado suficientemente que su cliente modificara los números del cheque. Y en caso de que la juez de lo Penal estime que debe condenar al hombre, pidió que se le aplique la pena mínima.

En el juicio el empleado de la empresa relató cómo el acusado había acudido a la tienda a comprar semillas de patata, cuyo precio le sería descontado del coste del producto recogido que la empresa le compraría. Fue al recibir el cheque cuando el agricultor se mostró en contra de las cuentas.