Fue detectado por la Policía Nacional en la estación de autobuses de la capital zamorana cuando se dirigía a Salamanca con 32,54 gramos de cocaína, repartidos en tres paquetes y dispuestos para su venta, según concluyó la Fiscalía, que exigía para el joven que portaba la droga cuatro años de prisión, pena que ha rebajado en un año al admitir el imputado los hechos. El acuerdo alcanzado entre el abogado del acusado de un delito de tráfico de drogas y la Fiscalía tuvo en cuenta el retraso en la conclusión del procedimiento penal, las dilaciones indebidas, que han prolongado durante seis años la causa. El joven, de nacionalidad extranjera, evitó ayer la celebración del juicio previsto en la Audiencia Provincial, al admitir que llevaba la cocaína para vendarla y conformarse con los tres años de prisión que la Fiscalía accedió a solicitar al Tribunal.

Sin embargo, la pena de multa que solicitaba el Ministerio Público en su escrito de acusación se mantiene en los mismos términos y con la misma cuantía a reclamar: 4.000 euros. Con la venta de los 32,54 gramos el procesado habría obtenido unos beneficios de 1.362,70 euros, valor que se calculó tenían estos estupefacientes en el mercado, puesto que la pureza que tenía la cocaína le habría permitido sacar 154 dosis. El análisis que se efectuó de la droga determinó que la pureza de esta sustancia era del 34,62%, lo que supone un porcentaje nada despreciable.

La Policía de Zamora, según se recoge en los hechos probados, basados en las conclusiones de la Fiscalía Provincial, vigilaba al detenido desde hacía un tiempo, por lo que fue interceptado en la estación de autobuses de la capital zamorana antes de tomar rumbo hacia Salamanca.