El Puente de Piedra se cerrará al tráfico «de forma definitiva» a partir de mañana tras la apertura del nuevo paso sobre el río aguas abajo. El viejo viaducto será sometido desde el lunes a obras de reparación que comenzarán por las más urgentes tanto en la calzada como en las aceras, además del sellado de las grietas en todo el viaducto. De manera paralela y también de forma inmediata, se licitará la redacción de un proyecto para la rehabilitación y puesta en valor del puente y su entorno. El Ayuntamiento apuesta por una infraestructura «de carácter peatonal que pueda ser disfrutado por los ciudadanos a través de distintas formas», apunta el grupo popular municipal, un día después de la inauguración del nuevo viaducto.

La peatonalización del Puente de Piedra es una de las medidas que el equipo de Gobierno ha ido postergando hasta la puesta en marcha del nuevo viaducto. Su objetivo es «proteger y conservar el monumento teniendo en cuenta su importante valor arquitectónico, cultural y patrimonial», apuntan desde el equipo popular. La medida implicará no solo al propio Puente de Piedra sino que mejorará la seguridad vial en toda la zona de Trascastillo «al reducirse de forma considerable la intensidad de vehículos en esta parte de la ciudad».

El Puente de Piedra se ha sometido durante años a multitud de parches paulatinos para mitigar sus baches, baldosas fragmentadas y aceras carcomidas por la acción de los vehículos ya que, hasta el momento, el viaducto era de doble dirección. La infraestructura está en vías de estudio de declaración BIC por la Junta de Castilla y León.