Llevar a sus hijos diez minutos más tarde a clase en señal de protesta o dejar a los niños en casa son algunas de las medidas de presión que la Federación de Padres de Alumnos baraja si prosigue la huelga de limpieza de colegios. La FAPA, reunida ayer con la representación presencial de cinco Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos, convocará el martes en Educación Primaria un consejo sectorial para supervisar las condiciones higiénicas sanitarias y tomar medidas. Además, ha elaborado un escrito de protesta tanto a la alcaldesa como al director provincial de Educación para expresarles «nuestra preocupación», explicó el presidente de la FAPA, José Antonio Felipe, al término de la reunión. La Federación, que se considera «aséptica sin tomar partido por ninguna de las partes», se presentará hoy en el pleno del Ayuntamiento para «intentar hablar tras la sesión y expresar nuestra inquietud por lo que es un problema higiénico sanitario de nuestros hijos».

Los padres piden, además, la implicación en el conflicto de padres y directores de colegios para hacer un frente común e intentar resolver una huelga que arrancó el día 13, aunque los problemas vienen de atrás.

La tercera parte en el conflicto, el Ayuntamiento, insiste en su llamada al diálogo, aunque el concejal del área, Francisco Javier González, valora que la última oferta de Seralia «es seria y nuestro margen de actuación, muy escaso».