Alonso valoró positivamente los 30 años de trabajo en Zamora y agradeció especialmente a su empresa, San Gregorio, representada entre otros por Maximino San Gregorio y Francisco Velasco, y la sociedad zamorana, su acogida. Recuerda que la empresa nace en tiempos de otra crisis, la de los 80. «En ese momento desaparece Fernández Montero, y otras como Hermanos Domínguez suspenden pagos. En tiempos de crisis unos caen y otros salen. Debería haber un banco de empresas, porque no hay nadie que les levante». En esa época se crean empresas nuevas como fue San Gregorio, Inzamac o Tecopysa, «que hemos llegado a tener entre las tres más de mil trabajadores», aunque en este momento, reconoció, «estamos en franco decaimiento».