Diálogo hasta la extenuación para intentar acabar con el conflicto de las basuras y sobre todo evitar los despidos. Es lo que pidió expresamente ayer la alcaldesa, Rosa Valdeón, al gerente de la empresa Zamora Limpia, Andrés Hervías, en la reunión que mantenían a primera hora de la tarde de ayer en el despacho de la Casa de las Panaderas. Aunque algunas fuentes apuntan, en privado, la posibilidad de que esté cercano un acuerdo que evite la huelga de recogida de basuras a partir del 4 de enero, las posturas no parecen estar tan cercanas como parece. Los trabajadores entienden que con su propuesta han llegado ya al límite de lo que pueden ceder: asumen un 8,4% de la rebaja total del 12% del precio del contrato, por encima de lo que recomendaban los informes municipales, que imputaban el 7% a la masa salarial y el 5% restante a la empresa.

El gerente de Zamora Limpia tiene otro punto de vista. Explica cómo en todos los años de contrato, de 2000 a 2010 (ahora está prorrogado), los costes laborales aumentaron un 46,4% mientras los ingresos lo hicieron un 25,3% (a razón del 0,85% de lo que subiera el IPC cada año). Llegó la propuesta inicial del Ayuntamiento de un recorte de un millón de euros para el año que viene, 2013, que el gerente negoció con los responsables municipales, hasta rebajar la cifra hasta los 603.576,63 euros. Eso sí, el Ayuntamiento no está dispuesto a perder servicios y exige que a pesar de la rebaja se mantengan los mismos niveles de limpieza y recogida de basuras. La empresa entiende que está al límite máximo de lo que puede permitirse sin poner en serio riesgo la viabilidad del servicio por falta de rentabilidad. Está asumiendo además los incrementos de costes que supone el gasoil, la electricidad o el mantenimiento de unos vehículos que no son nuevos, por lo que considera que la única vía para asumir el recorte es incidir en la masa salarial. La vía elegida, de momento, es la de los despidos: once trabajadores ahora (de una plantilla de 126), otros once en marzo y quién sabe si una nueva tanda más adelante. Asegura que no incumple ningún compromiso con el Ayuntamiento, ya que en el contrato firmado se hablaba de que «preferentemente» no habría despidos, pero no queda más remedio.

La alternativa a estos despidos es la propuesta que ha presentado a los trabajadores y que supone un ahorro de 598.000 euros, prácticamente todo el recorte realizado por el Ayuntamiento. Las razones son, por un lado, que no puede recortar de ninguna otra parte, y por otro que existe un margen debido a las condiciones laborales de los empleados. Los sueldos brutos (ya excluido el coste de la Seguridad Social) están entre los 26.630 euros anuales de un conductor de noche a los 22.032 de un peón. Tienen cuatro pagas extras: de verano, Navidad, beneficios (en febrero) y de la festividad patronal (octubre); anticipos reintregrables de dos mil euros; un fondo de 400 euros para ayudas de estudios de los hijos o cónyuge de los trabajadores; 750 euros de ayuda por rotura de gafas (máximo, el 50% del valor de los cristales) y el cobro del cien por cien de las retribuciones en caso de incapacidad temporal. La jornada de trabajo es de 6,30 horas, de lunes a viernes (incluidos 30 minutos para el bocadillo), con 1.482 horas de trabajo efectivo y en concepto de reducción de jornada se establece el derecho a disfrutar de los sábados de libranza (38 en 2011). La hora extra se paga con un recargo del 75% y si es en festivo un 140%. Tienen 28 días laborables de vacaciones (unos 34 naturales) y tres días de libre disposición.

En la última negociación los trabajadores propusieron siete medidas que implicaban, entre otras cosas, trabajar más y ganar menos, con un ahorro de 451.000 euros, si bien la empresa cree que con estas medidas lo que se podría ahorrar solo llega a unos 216.000. La propuesta de la empresa es mucho más dura, con unas medidas que reducirían en 598.000 euros los costes laborales.

Y así están las cosas. Ambas partes, empresa y empleados de Zamora Limpia se preguntan por qué el Ayuntamiento ha decidido recortar en cien millones de las antiguas pesetas el contrato de basura, cuando no estaba previsto en el Plan de Ajuste y precisamente la tasa de basura, que debe cubrir el coste del servicio, es la que más ha subido (los famosos 60 euros por vivienda, que en muchos casos se convierten en 90 o más). Además, el servico de basura y limpieza viaria funciona bien, y está muy bien valorado tanto por los residentes habituales como por los turistas que visitan la ciudad, según señalan algunas estadísticas, apunta Hervías. Los empleados no quieren despidos, pero entienden que han cedido hasta el límite máximo y están decididos a ir a la huelga por considerar injusto tener que asumir el recorte impuesto por el Ayuntamiento. Y a Zamora Limpia por más números que hace no le salen las cuentas: ya ha intentado rebajar con el Ayuntamiento la cantidad que éste pretendía recortar, tiene que hacer frente a los mismos servicios y más gastos con menos dinero y por más vueltas que le da, solo encuentra la solución al problema en una rebaja del coste de la masa salarial. El Ayuntamiento, claro, no quiere ni huelga ni despidos, pero tampoco renuncia a su recorte de 603.000 euros ni a perder ningún servicio. Un problema con piezas difíciles de encajar.