Si fue concreta con la fecha de inicio de la autovía Zamora-Benavente, la ministra de Fomento evitó ese mismo detalle con las obras del AVE, aunque reiteró su compromiso con la alta velocidad ferroviaria y su llegada a Castilla y León. Tampoco concretó qué líneas de los trenes regionales como en de Valladolid a Puebla de Sanabria, podrían desaparecer por su falta de rentabilidad. Dijo que la intención del Gobierno es mantener una forma de comunicación para todos los ciudadanos, independientemente de que sea el tren o el autobús, por lo que estimó que habrá que «analizar» los tramos y las frecuencias «con menos viajeros» para ofrecerles «otras alternativas». Pastor recordó la deuda de 40.000 millones de euros con la que se encontró a su llegada al Ministerio, e insistió en que hay estaciones y apeaderos que tienen «sólo un viajero al día o ninguno», casos en los que habrá que plantear «otra alternativa», ya cada uno de estos viajes cuesta unos 200 euros frente a los cuatro euros aproximadamente que paga el viajero por su billete.