Apenas corrió champán por la capital. La «decepción» se apoderó ayer de los zamoranos y los loteros, que tendrán que esperar al recuento de las pedreas para conocer los pírricos beneficios que ha dejado en sus bolsillos el sorteo de este 22 de diciembre, en el que se dejaron como media 70,47 euros. Sin duda, serán unos ingresos muy alejados de los 13.626.880 euros invertidos por los ciudadanos con la esperanza de convertirse en millonarios, una cantidad inferior en un 4,23% a la que se gastaron en 2011 en la compra de décimos para el sorteo del 22 de diciembre, indica Emilio Fernández, delegado de Loterías y Apuestas del Estado de la provincia.

La escasa alegría llegó con devoluciones de entre 120 y 50 euros al décimo, pedreas del gordo para números acabados en 58, dígitos en los que acabó el gordo, 76.058; y de otros premios de menor cuantía. Los clientes del bar Universal, situado en el casco antiguo, consiguieron los cien euros al décimo con el número 47.991; aquellos que usaron la máquina expendedora situada en un quiosco de Bermillo de Sayago y compraron el número 2.158 fueron premiados con 120 euros por boleto. A los policías nacionales que llevaban el número distribuido por el sindicato CEP también les sonrió la suerte; mientras que quienes adquirieron una participación de uno de los números distribuidos por la comisión de fiestas de San Martín de Castañeda obtuvieron también la pedrea.

Si el ánimo entre quienes llevaban algún boleto estaba ayer de capa caída, el disgusto no era menor entre los responsables de las administraciones. El disgusto entre los loteros era ayer más que patente, «si encima de que han bajo las ventas, en un 4,23% respecto de 2011, no conseguimos dar ningún premio...», manifestaba Emilio Fernández. ¿La valoración?, «en general bastante mala», resumía el delegado.

Aún así, Zamora es la segunda provincia de toda España donde más han aumentado las ventas, en un 0,23%, según datos tomados la semana pasada. Solo le supera Huesca porque allí fue donde cayó el gordo el año pasado y lo habitual es que las ventas se incrementen de forma importante en los lugares que han sido agraciados en ediciones anteriores.

A pesar de todo, de que una vez más la suerte pasó de largo, los zamoranos siguen confiando en la suerte, como demuestra el que sean los que tienen «un gasto por habitante en lotería muy por encima de la media nacional», resalta Emilio Fernández.

Un años más, Zamora, que en los últimos meses ha obtenido varios premios de diferentes sorteos de lotería y apuestas, se quedó sin gordo y volvió a batir su propio récord. Habrá que esperar al Niño.