«Yo (...) propietario de parcelas afectadas por el Plan Regional Zamora-Duero de la Junta de Castilla y León, clasificadas como urbanizables por el PGOU de Zamora aprobado en 2011 solicito la reversión de la clasificación urbanística renunciando a cualquier derecho e indemnización originado por la misma, a suelo rústico de protección agropecuaria y poder llevar a cabo la ejecución de las obras del Proyecto de Modernización del Canal Toro-Zamora» declaradas de interés general en 2003. Es básicamente el modelo de solicitud entregado a los 99 propietarios de las 185 hectáreas parcelas rústicas que fueron reclasificadas por el Plan Regional en la zona de Villagodio para que los interesados soliciten al Consejero de Fomento la reversión a tierras de cultivo. La mayoría de ellos se reunieron ayer en el Hotel Meliá Horus de la capital, convocados por la Comunidad de Regantes del Canal Toro-Zamora cuyo presidente, Alejandro Fraile, explicó que es la salida legal ofrecida por la Junta de Castilla y León para que las tierras vuelvan a tener la clasificación que responde a su uso real y se pueda llevar adelante, con todas las garantías, el proyecto de modernización del regadío, tal y como estaba previsto. Para ello la Junta exige que las solicitudes alcancen un 80% de respaldo. Aunque no quedó claro si se trata de un 80% de los propietarios o de la superficie, Fraile indicó que normalmente se considera este último parámetro.

La reclasificación de terrenos supone, a juicio de los convocados una «marcha atrás» de la Junta respecto a los proyectos que pretendía ubicar en la zona como por ejemplo el Cylog y el polígono industrial, lo que había motivado precisamente la reclasificación a suelo urbano y suelo industrial de la rica vega agrícola mediante el instrumento del Plan Regional.

Fraile indicó que el proyecto de regadío se habría podido llevar a cabo en la zona igualmente, aunque sin ayudas europeas, y consideró que en caso de que se supere el 80% de los apoyos para la reversión a rústico, se ejecutará sin demasiadas dificultades y sin un coste económico excesivo. Eso sí, el que quiera seguir manteniéndose como parcela urbana no tendrá acceso al riego.

Los presentes indicaron a la presidencia del Canal la conveniencia de enviar las cartas de solicitud de la reversión de la clasificación de los terrenos no solamente a la Consejería de Fomento, sino también al Ayuntamiento de Zamora, porque es esta última institución la que aprobó el Plan de Urbanismo de la ciudad y la que tendría que modificarlo, aunque Fraile indicó que la Administración Regional puede hacerlo. Entre los presentes se oyeron voces que hablaron de una «bajada de pantalones» de la Junta, al reconocer por fin el error que suponía la ubicación del Cylog y el polígono industrial en una de las más fértiles vegas de regadío de Zamora. Un sinsentido, decía una propietaria, cuando justo al lado, en Coreses hay ya funcionando polígonos industriales que tienen capacidad para cumplir esa función y mucho mayores posibilidades de ampliación.

Sea como fuere, el presidente del Canal Toro-Zamora animó a todos a aprovechar la oportunidad que les abre la Junta para devolver a los terrenos la clasificación que nunca debieron perder. Porque su clasificación catastral como urbanos ha aumentado sobremanera su valor, que repercute en impuestos como el IBI, el de transmisiones patrimoniales y otros aspectos económicos de calado. Sin embargo, a la hora de una expropiación, la Administración considera su uso real, y se pagarían como suelo rústico.

La presentación de esta solicitud no impide a los propietarios seguir adelante con los recursos judiciales presentados contra la reclasificación a urbano e industrial, ni tampoco al presentado contra la ponencia de valores del Catastro.