Según los datos aportados en la reunión de ayer el valor catastral medio de una hectárea en la zona ha subido hasta los 711.000 euros, lo que en caso de una compra venta supondría «pagar más impuestos de lo que valen realmente las tierras». Así, vender una hectárea supondría pagar un 7% de impuesto de transmisiones (más de 49.000 euros) más la plusvalía, un 3% del incremento del valor, que se sitúa entre 1.500 y dos mil euros. «Para pagar es urbano y para recibir rústico», señaló uno de los propietarios. Otra intervino para pedir mayor seguridad jurídica, porque, argumentó, «imagínese que hacemos la modernización, estamos pagándola y dentro de unos años, nos vuelven a reclasificar las tierras». La posibilidad real de que la Junta, debido a las circunstancias económicas, renuncie a la construcción del Cylog y el polígono industrial (la Cúpula de la Tecnología en principio quedaría fuera de esta vuelta a rústico, así como el centro de ocio de La Aldehuela y el Plan Especial de las mil viviendas en la zona de enfrente de Vista Alegre) es un primer paso, muy importante, eso si, para que los propietarios de la zona de Villagodio puedan ir resolviendo los serios perjuicios que les trajo aparejada la reclasificación urbanística.