La Junta de Castilla y León, a través de su consejero de Economía y Empleo, Tomás Villanueva, ha asegurado no tener noticias de las condiciones que la Unión Europea exigiría al Banco Ceiss a cambio de la inyección de dinero público ante su inminente proceso de nacionalización, y apeló a la prudencia hasta que el día 20 el comisario de Competencia se pronuncie al respecto.

Villanueva recordó que el proceso integrador vivido entre Caja España y Caja Duero ya se tradujo en un «importante ajuste», que supuso la pérdida de más de 900 puestos de trabajo y la supresión de oficinas. Villanueva enmarcó los posibles recortes en «la necesidad de hacer más eficientes este tipo de entidades, que tienen que centrar su negocio en aquellas zonas en las que pueden obtener mayor rentabilidad». De hecho, según Europa Press, el político ha reconocido que en España sigue existiendo un número «excesivo» de sucursales, fruto del crecimiento paralelo que se dio entre el sistema bancario y el sector financiero.

El consejero económico ha recordado que asuntos de esta importancia y transcendencia para Ceiss y otras entidades quedarán posiblemente desvelados el próximo día 20 de diciembre, una vez que el Comisario Europeo de Competencia, el socialista Joaquín Almunia, comparezca públicamente para informar de los efectos derivados de la aplicación del memorando de entendimiento firmado entre la UE y el Gobierno español para el rescate de su sistema bancario. Villanueva recordó que Ceiss sigue trabajando por su «reestructuración» y «capitalización», al mismo tiempo que se haya inmerso en sus negociaciones para materializar el proceso integrador con Unicaja.

El secretario autonómico del PSOE en Castilla y León, Julio Villarrubia, mostró su preocupación por el anuncio de nacionalización de la entidad ya que, con esta operación, «se pone en riesgo su vocación regional» y la fusión con Unicaja.