La comisión gestora de la Semana Santa cuenta las horas para obtener el «sí» de Antonio Martín Alén -Cañibano en el ámbito semanasantero- a presidir la Junta pro Semana Santa para zanjar la honda crisis que vive el órgano desde la moción de censura que el pasado 22 de agosto desalojó de la máxima responsabilidad a José Francisco González Poza. Aunque el plazo planteado no es del todo concreto, la gestora espera un pronunciamiento favorable mañana, lunes, con el fin de iniciar el proceso definitivo con la convocatoria de otra asamblea extraordinaria, quizá la definitiva.

Todo porque las hermandades han entendido que, de quedarse de brazos cruzados, el Obispado nombraría directamente un comisario para presidir la Junta, con las consecuentes reticentes que el elegido provocaría en las cofradías. En este contexto se planteó la reunión del pasado miércoles por la noche, en la que los representantes de 14 de las 16 hermandades -faltaron «Luz y Vida» y Resurrección- optaron por el responsable de Las Capas como «candidato ideal», «el único posible», dadas las circunstancias en las que se encuentra el órgano.

En este sentido y mediante voto secreto, los reunidos optaron por Antonio Martín Alén como propuesta que no encontraría reticencias por parte del Obispado, cómo sí habría sido el caso de candidatos anteriores que no han prosperado. De obtener la confirmación del presidente de Las Capas, la gestora y el Episcopado fijarán la fecha del encuentro extraordinario para probar suerte de nuevo e intentar salvar al descabezado órgano.

La propuesta de Martín Alén llegó también como último esfuerzo para «analizar la difícil situación» que atraviesa la Junta pro Semana Santa, tal y como la comisión gestora comunicaba a los presidentes de las distintas hermandades. A la espera de «aportaciones» se celebró el encuentro en el Museo de Semana Santa, esta vez sin la presencia de delegados eclesiásticos, en otras ocasiones, el propio vicario José Miguel Matías Sampedro y el representante para las cofradías, Javier Fresno.

La reacción de las cofradías llega también cuando buena parte de las cofradías habían perdido la esperanza de frenar el nombramiento de un comisario por parte del Obispado. La propuesta se hacía cuesta arriba también si se tiene en cuenta que solo se han mantenido tres de los cinco miembros en la gestora: Dionisio Alba, Juan Antonio Haedo y Manuel Rodríguez, tras la salida de Rufo Martínez y Chano Lorenzo. De prosperar la solución ideada esta semana, sería la asamblea la que tendría la última palabra para investir al nuevo presidente y sacar adelante el proyecto de estatutos que está sobre la mesa.

Por fin acudió a una reunión la Cofradía de la Santísima Resurrección a petición de la comisión gestora, aunque la presencia en el encuentro del pasado miércoles se limitó a la lectura de una carta en la que su presidenta, Verónica Pedrero, agradeció la convocatoria y justificó su retirada inmediata en que «cuando se dio el paso de la moción de censura, deberían haber tenido resuelto el problema de la sucesión».

Pedrero apuntó que desde la moción contra González Poza el pasado 22 de agosto «no se ha contado con nosotros absolutamente para nada, por lo que no nos podemos considerar ni partícipes ni responsables de la difícil situación creada por los promotores de la moción».