La pastorada, una representación que desde el final del siglo XVII integra narración, danzas y música, se fue extinguiendo paulatinamente desde los años 40 de la pasada centuria. Ahora la retoman Alollano y Bajo Duero, colectivos que la llevarán a cabo del 21 al 23 de diciembre en el Principal.

La propuesta se apoya en una de las variantes más completas, recopilada por Miguel Manzano e incluida en el «Cancionero leonés» en el año 1984. La versión musical, interpretada por Alollano, se grabó en 2010 y se ha dado a conocer en varios conciertos. Y precisamente en uno de ellos «Daniel Pérez me sugirió realizan una versión más amplia en el teatro porque se trata de una representación dramática en la que una parte muy importante son unos textos recitados y las danzas», sostiene el director de Alollano y musicólogo Miguel Manzano, quien propuso la colaboración a la Asociación Etnográfica Bajo Duero, agrupación que se sumó al proyecto, pese a estar ya embarcada en el espectáculo de homenaje a Manuel García Matos, estrenado la pasada semana en el teatro municipal.

«Nos pasaron el texto y comenzamos a trabajar los distintos personajes que aparecen en la obra con el director Daniel Pérez y también a preparar los bailes porque en algunas partes de la pastorada leonesa existe una descripción de las danzas, aunque en otras carecemos de esa información», detalla el representante de Bajo Duero, Miguel Montalvo, quien resalta: «Todos los bailes tienen una base tradicional». Así «la asturianada por la descripción que se hace es muy parecida a la danza prima que se danza en Asturias, mientras que para la gallegada hemos tomado como referencias los apuntes del texto y la Danza del Niño de Sanzoles y de Venialbo», describe. Desde Bajo Duero también están cuidando la vestimenta que portarán. En este apartado el grupo ha contado con el asesoramiento del cántabro Gustavo Cotera, gran conocedor de la indumentaria pastoril. «Las sayas de las mujeres son tonos serios y los hombres vestiremos pantalón de pana y como calzado unas corachas, unas alpargatas de piel que llevaban los pastores y que nos están facilitado desde distintos colectivos», indica Manuel Montalvo, quien detalla: «Queremos que sea un trabajo popular, como eran las pastoradas», aunque testimonia que «nos cuesta aprender los diálogos y tener espontaneidad sobre el escenario».

«La representación es fiel a las músicas y los textos y se quiere ofrecer a los asistentes una ocasión de admirar y disfrutar de un espectáculo extraordinario, de una forma de celebrar la Navidad que ya se ha perdido en la tradición viva y que se recupera en una forma actualizada, que a la vez respeta el documento original», afirma Miguel Manzano quien enfatiza: «El primer día que ensayamos juntos los integrantes de Bajo Duero y de Alollano nos aplaudimos unos a otros». «Está resultado una experiencia muy bonita», explica el músico que dirigirá al coro, que portará tonos negros, y un conjunto barroco, integrado por un oboe, una flauta travesera, un clavicémbalo, un contrabajo, un órgano y percusión, en las tres actuaciones en el Principal.

Otro de los colectivos implicados en el proyecto son los alumnos del tercer curso en diseño de interiores de la Escuela de Arte y Superior de Diseño que llevan a cabo la escenografía y la iluminación. En una asignatura, que aproxima a los jóvenes al mundo laboral, los estudiantes «han diseñado juegos con luces y proyecciones para conseguir crear la idea de una iglesia e incluso han creado algunos decorados», adelanta Darío Manzano que imparte la materia junto a Amparo Fernández.

De la armonización entre todos los elementos de la representación, que llevarán a cabo más de medio centenar de personas, se encarga Daniel Pérez. «Como director me parece muy interesante este proyecto porque la raíz de todas las representaciones teatrales se encuentran en el "Auto de los Reyes Magos", incluido en la pastorada». El dramaturgo precisa que «a nuestro tiempo nos ha llegado una obra muy condensada, donde aparecen influencias de distintos autores y elementos de diversas épocas. Si rastreas en la música y los bailes aparecen elementos medievales, del barroco y del neoclasicismo». El director del Principal asegura que en esta representación «popular» deben crear «un código para que el sentido de la representación sea el mismo. No estamos en una iglesia, pero hay que dar a entender que se llama a la puerta pidiendo la venia».

Los implicados en la pastorada leonesa, que contará con más de 15 canciones, cuatro bailes y diversas partes habladas, redoblan esfuerzos. El fruto se verá en el Principal.