«Ruido de sables en la Guardia Civil. La Cúpula militarista prepara el mayor golpe contra los derechos de los guardias civiles», al trabajar en una reforma del Régimen Disciplinario que pondría fin a las asociaciones existentes, puesto que «tratan de impedir a los dirigentes de la organización que hagan uso de la libertad de expresión y reunión reconocido en la Constitución y en su Ley de Derechos y Deberes». Con estas medidas pasarían por alto las sentencias judiciales que reconocen esos derechos, apostilla la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), que denuncia lo que considera una estrategia política de la Dirección General de la Guardia Civil para la «remilitarización y el hostigamiento a las asociaciones profesionales, únicos representantes legales y legítimos de los trabajadores» de ese Cuerpo. En un comunicado de prensa, ante el temor de que sus representantes sean expedientados si comparecen a cara descubierta, la Asociación acusa al Ministerio del Interior y el de Defensa de aprovechar la reforma para «colar por la puerta de atrás una modificación» , que implicará «de facto el fin del asociacionismo». De consumarse, «AUGC lo considerará un ataque frontal a nuestras legítimas funciones como representantes de los trabajadores».