Las empresas familiares españolas deberían abrirse al exterior, incorporar personal foráneo y tomar decisiones compartidas con trabajadores ajenos a la familia. Esta es una de las conclusiones más importantes de un estudio que financia la Red Universia del banco Santander en la universidad inglesa de Leeds sobre emprendedores y compañías familiares en el que ha participado el economista toresano Jorge Velerdas. Con los resultados del trabajo realizado en 2011 en la mano, Velerdas hace esta recomendación para que «las empresas familiares puedan adaptarse mejor a los cambios de una situación económica tan complicada».

El informe final puede resultar de ayuda a las empresas familiares zamoranas, dos de las que colaboraron en la toma de datos y opiniones pertenecían a la provincia y el resto, a Castilla y León. El joven economista llevó a cabo el estudio junto a otra especialista vasca y dos profesionales ingleses para concluir, entre otras cosas, que este tipo de compañías pequeñas se esfuerzan más en la exportación que las inglesas, tienen más problemas para cobrar del Estado que las británicas y en los dos países tienen problemas de financiación «muy similares».

En cuanto a la toma de decisiones, el economista zamorano ha apreciado que se produce «de una manera más informal que en Reino Unido», al tiempo que subraya el marcado «hermetismo» de las compañías compuestas por varios miembros de una misma familia, poco dadas a incorporar personal ajeno a su propio entorno.

Asimismo, las respuestas de los pequeños empresarios dejan ver que su principal preocupación es «la calidad». Es en este sentido donde el economista zamorano incide: «Se interesan sobre todo por la calidad, un concepto muy amplio, cuando en realidad deberían mostrar una mayor capacidad de adaptación». Jorge Velerdas explica que «cuando participan más personas en las decisiones, estas son más acertadas», algo que considera «clave» cuando «nos encontramos en un entorno más exigente» por la situación de crisis económica internacional. No obstante, los datos recabados también prueban que «existen algunos mecanismos de anticipación» en este tipo de compañías de pequeño tamaño.

Estos datos forman parte de un trabajo propiedad de la Universidad de Leeds que todavía tiene por delante una proyección de unos tres años. En este sentido, el equipo de economistas españoles e ingleses llaman a las firmas de pequeño tamaño y a los emprendedores a colaborar con nuevos datos que enriquezcan el estudio, cuya filosofía pueden consultar en una plataforma digital (libertya.wordpress.com), donde se explica la forma de participar en la investigación.

El propósito del estudio „que procuró un intercambio cultural y lingüístico de los estudiantes españoles con los ingleses„ era establecer una comparación entre las empresas de ambos países. A tal fin, los participantes han entrevistado a los directivos de una treintena de firmas inglesas y españolas, en este caso, de Castilla y León y un par de ellas zamoranas.

Tras finalizar esta primera parte de la investigación, los promotores quieren dar una «imagen positiva» de este tipo de empresas, que en España suponen una base importante de la economía. De hecho, el deterioro actual se refleja perfectamente en los problemas que tienen las empresas más pequeñas y los autónomos para salir adelante.