Mantener el ajuste en el gasto y el incremento de los ingresos del Estado (también de la Junta en determinadas materias) son las claves para que la Diputación pueda «llegar a todo» en un año, 2013, el que las previsiones económicas no son las mejores.

Es ya conocida la política de ajuste que ha llevado a cabo la institución en los últimos años y que el próximo año contribuye a incrementar la inversión, reducir la deuda y aprobar el ejercicio con superávit, tal y como marca la ley. Por otro lado, el incremento en la aportación estatal anunciado para 2013 ha superado la previsión del 7,6% y llegará al 10%, un dato clave en la mejoría de la inversión, por ejemplo.

Para Aurelio Tomás, diputado de Economía, la crisis «ha de evitar que se vuelvan a cometer los errores del pasado» dado que las administraciones deben «ser más rigurosas en el gasto, invertir en aquello que puede revertir en un mayor beneficio para los ciudadanos» y, sobre todo, «nunca gastar más de lo que se tiene». En este sentido, el diputado apunta que «las instituciones no pueden excederse en los préstamos, porque hay que devolverlos y no se puede dejar una deuda para los que vienen» y, además, las entidades "un día dejarán de conceder esos créditos». Esta es la filosofía que Tomás cree que gobernará los cambios que se aplican en la futura Ley de Bases de Régimen Local y en la reglamentación de la Junta de Castilla y León. Las políticas convergerán en «un mayor número de competencias para las diputaciones» dado que «han demostrado que saben afrontar mejor la crisis, atender a los ciudadanos y llegar donde otras instituciones no llegan». Con todo y a ojos de los responsables de la Diputación, la difícil coyuntura económica sirve a las instituciones económicas para «reivindicarse».