La introducción de aceites esenciales (aromas de tomillo y clavo) en la alimentación de la dieta de las ovejas podría mejorar la calidad de la leche y el queso. Es lo que intenta comprobar el proyecto de investigación liderado por Isabel Revilla Martín, profesora de la Escuela Politécnica Superior, premiado por la Fundación Científica Caja Rural de Zamora. Las Jornadas Saludables de Otoño sirvieron de marco para presentar el proyecto, con presencia del presidente de Caja Rural de Zamora, Manuel Ballesteros, el director general, Cipriano García, el director de la Fundación Científica, José Miguel Diego, la vicerrectora de Investigación de la Universidad de Salamanca, María Ángeles Serrano, y la directora de la Escuela Politécnica Superior de Zamora, Yolanda Gutiérrez.

La investigación se llevará a cabo en un rebaño de ovejas churras de Fariza. En principio, los investigadores parten de trabajos previos según los cuales la adicción de estos aceites esenciales favorece el proceso digestivo de los rumiantes, evita parásitos, mejora la salud de los animales, y por tanto, podría incidir también en la calidad de la leche. Aunque sean esencias de tomillo y clavo, no se trata de que la leche adquiera estos sabores, aunque en el último caso hay que tener sumo cuidado para evitarlo, ya que podría producirse.

El acto de la Fundación sirvió también para presentar los resultados del proyecto de investigación premiado el pasado año por Caja Rural. Se trata de una aplicación para facilitar la gestión de los libros de registro que deben llevar la mayor parte de las explotaciones ganaderas, con una serie de datos que les exigen las administraciones y que deben llevar al día. La aplicación desarrollada por el equipo de la profesora del departamento de Informática y Automática de la Escuela Politécnica Superior María Luisa Pérez Delgado puede estar disponible en una página web, posiblemente la de la propia Caja Rural, y permitiría a los ganaderos tener acceso a una base de datos donde tendrían al día sus hojas de registro. Cada ganadero tendría una clave para asegurar la privacidad de cada explotación y desde cualquier ordenador personal se podría acceder al registro para añadir o modificar datos o bien obtener las copias de las hojas que conforman los denominados libros de registro. La aplicación está adaptada, además a los requisitos específicos a los que obliga Castilla y León, que permiten conocer los datos necesarios de la trazabilidad de los productos, desde el pienso que comen los animales, a la producción de cada ejemplar o el destino que han tenido la leche, los huevos o la carne, por ejemplo.