Caja España-Duero estaría «dispuesta a estudiar la petición» de una serie de artistas locales que demandan que la escultura «Adán después del pecado» de Eduardo Barrón pase a exhibirse en la plaza de Sagasta «siempre y cuando los interesados remitan un informe por escrito en el que expliquen en detalle su planteamiento», indica la responsable del departamento de Obra Social en Zamora, María Jesús Antúnez.

La portavoz de la entidad, propietaria del desnudo masculino realizada en bronce y que tiene más de dos metros de altura, indica que «antes de pronunciarnos necesitamos que nos concreten las condiciones exactas de su proyecto, cómo sería la cesión y la exhibición así como durante cuánto tiempo, entre otros aspectos».

María Jesús Antúnez precisa que «siempre que nos han solicitado la pieza se ha seguido este sistema». Subraya que este procedimiento «se realizó también para conseguir mostrar la obra de Barrón en las Edades del Hombre» en la sede de Medina de Campo dentro de la muestra de Passio desarrollada el pasado año.

Con motivo de la llegada de los restos de Barrón a la ciudad un grupo de escultores, entre los que se encuentran Ricardo Flecha, Antonio Pedrero o Carlos Piñel, han instado a la entidad bancaria a ceder la escultura a la ciudad con el objetivo de que el bronce se exhiba en el marco de la céntrica plaza de Sagasta.

Eduardo Barrón efectuó en escayola «Adán después del pecado» como trabajo de su primer año de estancia en la Academia Española de Bellas Artes de Roma en el año 1885. La pieza, en pátina negra, está expuesta en el Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, tras haber estado durante décadas el yeso en el Ateneo de Madrid. En 2003, antes de su traslado a la Academia, se hicieron dos vaciados en bronce del desnudo, uno que actualmente se muestra en el Ateneo madrileño, mientras que el otro lo costeó Caja España. La escultura forma parte del fondo artístico de la entidad bancaria y en estos momentos se exhibe en las dependencias de la oficina central de Zamora.