Tras las numerosas quejas de los afectados por la reclasificación de suelos de rústicos a urbanos y el consiguiente incremento del IBI, el concejal de Economía en el Ayuntamiento de Zamora, Manuel Roncero, garantiza bonificaciones al impuesto para aquellos propietarios que demuestren el uso agrícola de esas parcelas en el momento actual. El edil del equipo de Gobierno asegura que «intentaremos llegar al máximo que permite la ley», es decir, el 90%, si bien los técnicos municipales continúan estudiando las deducciones para comprobar hasta qué punto es posible su aplicación, a la espera de que en los próximos días tengan una resolución al respecto.

«Lo que se requiere es que se pueda demostrar que hay asentamiento urbano para la actividad agropecuaria», apunta Roncero, quien reconoce que «muchos de ellos tendrían que emigrar o cambiar de profesión porque los impuestos son mayores de lo que pueden llegar a producir», razona, tras varias reuniones a título personal con los afectados.

En cualquier caso, los agricultores afectados por la reclasificación de suelos aprobada en el nuevo Plan General de Ordenación Urbana -implica el paso de las fincas de rústicas a urbanas o urbanizables- agotarán todas las vías legales a su alcance para que las 1.800 fincas regresen a su calificación inicial y evitar así las repercusiones económicas negativas que el cambio generará en sus propietarios no sólo con el incremento del IBI sino con las pérdidas de otras ayudas adheridas a terrenos agrícolas con esta calificación urbanística.