El barrio de Carrascal celebra este año las fiestas de Nuestra Señora de la Asunción con un programa que, aunque mermado en el tema económico, ha sabido dar cabida a vecinos de todas las edades. Todos ellos disfrutarán hasta el próximo miércoles de actividades tradicionales y novedosas con el dulce colofón de una chocolatada de fin de fiesta.

-¿Qué destacaría de las fiestas de este año?

-Desde un principio la organización ha tenido claro que los que tienen que disfrutar en estos días, ante todo, son los niños, así que las fiestas están principalmente orientadas a los más jóvenes.

-¿Se ha notado la situación de crisis a la hora de organizar el programa?

-Por supuesto, porque hemos visto cómo disminuían el número de colaboradores, a lo que hay que sumar la bajada de la subvención por parte del Ayuntamiento. Pero aun así tenemos actividades novedosas, como una actuación de magia, de la que nunca habían disfrutado los vecinos, una exposición de canarios o una carrera de autos locos. Eso sí, para ahorrar costes hemos tenido que renunciar a la tradicional verbena y sustituirla por una discoteca móvil, que es mucho más económica.

-Tampoco se han olvidado de los juegos tradicionales.

-Incluimos en el programa juegos como la rana o la calva para recuperar estas viejas tradiciones y evitar así que se pierdan esas costumbres y así también dar cabida en el programa a gente de todas las edades, para hacer unas fiestas muy participativas.

-¿Los vecinos de Carrascal se vuelcan con las fiestas del barrio?

-No solo participan, sino que también entienden el esfuerzo que estamos haciendo por organizar actividades con un presupuesto mucho menor que el de otros años. Al final, de lo que se trata es de unir a los vecinos, que haya unos días de convivencia, de los que no podemos disfrutar tanto el resto del año, ya sea con los juegos, el partido de fútbol o el baile. Es en esta época del año donde se descubre la unión que existe en el barrio. Son los mejores días para motivar a los vecinos en este sentido y que todos, mayores y jóvenes, se diviertan juntos.

-Dicen que la unión hace la fuerza pero, ¿sirve para algo a la hora de reivindicar un mejor trato para este barrio olvidado de la capital?

-La zona sigue siendo una de las grandes olvidadas de la ciudad, pero no me puedo quejar del buen trato que recibo en el Ayuntamiento cada vez que voy, tanto en la concejalía de Barrios como en la de Obras.

-¿Continúan con las mismas reivindicaciones?

-Seguimos exigiendo el arreglo de los accesos al barrio, el problema del vertedero municipal o el colector de agua. Los problemas son los mismos, pero lo importante es avanzar, continuar exigiendo mejoras y luchar por arreglar estas situaciones.

-¿Siguen afectadas las entradas al barrio con las obras del puente nuevo?

-Tanto en la carretera de Pereruela como la de San Frontis, pero eso no tiene solución hasta que las obras no finalicen.

-Uno de sus logros ha sido el acceso a Internet para la zona.

-Pero solo en cierto sentido, porque realmente somos solo dos personas quienes contratamos el servicio de Internet, que es muy lento y caro. Sin embargo, gracias a las quejas que salieron publicadas en la prensa, la empresa se puso en contacto con nosotros y estudiará con el Ayuntamiento cómo mejorar el servicio. Creemos que el tema se puede solucionar pronto y esperamos que en un año todos los vecinos del barrio puedan tener acceso a Internet con unas condiciones similares al resto de los zamoranos.