Zamora es la capital menos endeudada del país después de Bilbao y Huesca, según los últimos datos del Ministerio de Economía, que atribuyen a la capital una deuda por encima de los 19 millones de euros. En cualquier caso, el buen posicionamiento del Ayuntamiento con respecto a otras entidades locales del país no salva a Zamora de una situación económica crítica que exige un rescate a través de un duro Plan de Ajuste a diez años.

Después del pago de 16,4 millones de euros adeudados a los proveedores, el Ayuntamiento se ha visto obligado a habilitar un nuevo crédito de dos millones de euros para hacer frente a nuevas facturas que la institución debe a empresas por trabajados realizados en los últimos años y con anterioridad al 31 de marzo. Para ello, un potente plan de Ajuste impone a los zamoranos nuevas subidas de impuestos que se sobreponen a las ya aplicadas el pasado año además de la imposición de nuevas tasas, como la de basura, o el alza de otras como la prevista a corto plazo en la zona azul, autobús o el uso de los servicios deportivos tras el cambio de modelo de gestión de la Ciudad Deportiva.

La última subida aprobada por el Ayuntamiento en el último Pleno municipal fue el autobús, que pasará a costar un 60% más -80 céntimos frente al medio euro actual, y con mayores subidas progresivas en años sucesivos- y el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), que sube en 2013 un 6,6%. Los zamoranos han soportado también este año incrementos en el impuesto de circulación, el agua o el saneamiento para asumir las consecuencias de años sin actualizaciones tributarias e impagos de proyectos ejecutados sin crédito o sin la partida económica suficiente debido a los modificados.

A las medidas de ajuste se adhieren los recortes aplicados a los trabajadores del Ayuntamiento. La suma de todas las imposiciones, que podrán ir a más permitirán, según las previsiones del concejal de Economía, Manuel Roncero, pagar a corto plazo en el periodo legal de 40 días y tener un déficit cero al inicio del próximo ejercicio económico.