María Jesús del Río atesora una amplia experiencia en el campo profesional de la abogacía, en el que trabaja de manera ininterrumpida desde 1991, desde que se colegió. Ha compaginado su actividad con la docencia en la Escuela de Práctica Jurídica de la UNED, institución con la que colabora el Colegio de Abogados, del que fue secretaria entre los años 2002 y 2006. Actualmente es Tutora-profesora de Derecho Penal en la Escuela de Práctica Jurídica de la Universidad de Educación a Distancia de Zamora, en la que se prepara a los futuros abogados en la práctica profesional de la abogacía, y siendo la misma obligatoria para intervenir en el turno de oficio. La abogada zamorana ha ejercido tanto en Derecho Civil como en Penal y se ha especializado el último año en derecho informático, sobre todo desde el ámbito de la protección de datos, delitos informáticos y comercio electrónico.

-Ha dirigido su carrera profesional hacia el derecho informático, ¿cuál es la problemática que afecta a la protección de datos actualmente?

-El derecho informático es una materia transversal que afecta a todas las materias del derecho, y a todas las jurisdicciones, civil, penal, laboral, etc, por el uso actual de las nuevas tecnologías (correos electrónicos, uso de redes en el trabajo, pruebas electrónicas y sus evidencias, ect). Por esa razón me he especializado en esta materia, pero entendiéndola como un complemento necesario para el ejercicio de la abogacía en su conjunto. En relación a los datos de carácter personal, la era digital en la que vivimos y el uso de las nuevas tecnologías está afectando de una forma importante y dando una nueva proyección a los derechos fundamentales de las personas físicas y especialmente de su honor e intimidad personal y familiar.

Asimismo, la Ley Orgánica 15/1999 de 13 de Diciembre de Protección de datos de carácter personal protege el derecho a la intimidad y a los datos personales de las personas físicas: nombre, dirección, teléfono? Esta ley le afecta a todas las empresas y organizaciones como comunidades de propietarios, colegios, oficinas o comercios que tratan datos de carácter personal. Es decir, un abanico amplio de organizaciones de todo tipo que tienen que tomar conciencia de lo que significa incumplir la Ley, entre otras razones porque las sanciones son muy fuertes. Todas estas organizaciones tienen que cumplir con unas medidas de seguridad para cumplir con la Ley. Por ejemplo, las comunidades de vecinos tienen información sobre la residencia o el número de cuenta de las personas y esos son datos protegidos. Próximamente, probablemente el año que viene, se aprobará un Reglamento Europeo que reforzará de forma aún más rigurosa estos derechos.

-Háblenos de cómo se interpreta esta ley en el caso de los delitos informáticos.

-Los delitos informáticos están íntimamente relacionados con los datos personales y la privacidad, por lo que ya es una costumbre asentada entre los jóvenes sobre todo, de volcar datos y experiencias personales en la red, generando perfiles públicos de nuestra persona y compartiendo información sensible para nuestra intimidad, de forma que hay individuos que pueden recabar sin demasiado esfuerzo un retrato robot de nuestra persona, nuestros gustos, y nuestros datos personales, aprovechándolos para la comisión de delitos. La tecnología ha permitido que se produzcan antes los delitos que el desarrollo de la propia ley que los regula. En el Código Penal ya se han tipificado los delitos informáticos que conocemos. La amplitud es máxima. Estos delitos van desde injurias o calumnias hasta estafas, el «fishing», el ciberacoso, el «sexteen» en el caso de los adolescentes que mandan contenidos comprometidos por el teléfono móvil, fugas de información, robos de identidad?Es decir, los mismos delitos que hasta la fecha se daban solo en la «vida real» ahora se trasladan también a la «vida digital». El porcentaje de delitos es elevado y la progresión es muy importante.

-También dirige casos de comercio electrónico, ¿hay muchos problemas en este nuevo ámbito?

-Quien más y quien menos, se compra una camiseta o un pantalón a través de la Red. El problema surge cuando te llega la mercancía y te encuentras que no es lo que has adquirido o sí lo es, pero no te convence. En este momento, debemos saber cómo descambiar la mercancía, dónde podemos reclamar, en qué juzgado denunciar si compras en Zamora a una tienda de Barcelona? Esto está regulado en una normativa específica del comercio electrónico. Aquí también se incluyen los sistemas de pago y afecta también a los empresarios que venden a través de Internet. Las web deben cumplir con unos requisitos legales establecidos en la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y del comercio electrónico para que la página sea legal: que esté identificado el vendedor con una serie de datos o que tenga una política de reclamaciones, por poner un ejemplo.

-La actual crisis económica, ¿ha incrementado la labor de los abogados en algún ámbito concreto?

-En general, se han incrementado las reclamaciones por deudas, los desahucios y los juicios hipotecarios. Desde ese punto de vista el abogado ha visto incrementado su trabajo, sin embargo, hay otros asuntos que han descendido, como es el caso de los divorcios. Actualmente, las parejas se lo piensan más porque es muy complicado sostener una casa y dos es más difícil aún, más los gastos del propio proceso. Los abogados hemos notado igualmente un incremento de los asuntos relacionados con la justicia gratuíta que no deja de ser otro indicador más de la crisis que atravesamos.

-En una situación tan compleja como la actual, ¿es más necesario que nunca un abogado?

-El abogado siempre es necesario. Los ciudadanos deben deben concienciarse de que al abogado deben acudir antes de que tengan el problema y asesorarse, como prevención, igual que al médico. Se pueden evitar muchos problemas posteriores.

-¿Qué garantiza acudir a un servicio jurídico?

-Estar debidamente asesorado en un momento adecuado para evitar problemas jurídicos o paliar las consecuencias negativas de los mismos, así como evitar en muchas ocasiones un pleito.. La política de mi despacho se basa en negociar y evitar pleitos. Siempre es mejor un buen acuerdo que arriesgarse a un resultado final en el que alguna parte no queda satisfecha, y además poner en riesgo las costas de los procedimientos. Yo intento evitar llegar a juicio y negociar lo máximo posible, lo que significa además resolver los asuntos en un tiempo considerablemente menor que si se tramitan judicialmente.