«Tendremos que poner vigilancia en la calle». El propietario de la tienda de lencería «Luxury Lingerie» y presidente de la CEOE-Cepyme, Ángel Herrero Magarzo, cree necesario estudiar esta posibilidad para impedir que los negocios de la céntrica calle comercial de la Amargura continúen siendo objetivo asiduo de los ladrones.

En poco más de un año, los titulares de las tiendas de ropa y calzado allí situadas han sufrido una decena de asaltos en sus locales. El último ayer, cuando a las seis de la tarde un joven extranjero entró en la tienda que Herrero Magarzo regenta en La Amargura y «le puso la navaja en el cuello a mi hija, que estaba en ese momento sola en el interior, y le dijo que le diera todo el dinero que tuviera». El botín alcanzó unos 1.000 euros, calcula el dueño, procedentes del cambio que se tiene en la tienda para cubrir la tarde y las ventas realizadas desde que se abriera al público, una hora antes aproximadamente. Una vez que se hizo con el dinero, ordenó a la joven comercial que entrara en el probador, le dijo «no te muevas» y se fue sin tocar ni un solo artículo, relata Herrero Magarzo, quien agrega, aliviado, que «la suerte es que ya había dado la alarma y es posible que tengamos fotografía del ladrón».

El delincuente esperó pacientemente a que la comerciante estuviera sola, ya que entró en el local justo cuando salió la clienta a la que se estaba atendiendo. Eran las 18.30 horas, aproximadamente. «Preguntó por el precio de una prenda y se aseguró de que no había nadie más dentro».

La joven empresaria se recuperaba a duras penas del atraco, «estaba destrozada, con un ataque de nervios increíble, te puedes imaginar», explicaba el empresario, que confiaba en que el moderno sistema de alarma que posee en el establecimiento ofrezca alguna pista sobre el ladrón. «Es posible que las cámaras instaladas hayan sacado fotos» porque se ponen en funcionamiento cuando se activa la alarma.

La Policía Nacional, que recogió huellas y pruebas del local comercial para tratar de localizar al atracador y detenerle, rastreó la capital, «están buscándole por todos los sitios», destacó Herrero Magarzo, indignado no solo por este suceso que le afecta directamente, sino también por la inseguridad que detectan en esta vía comercial y, en general, por los sucesivos robos que se vienen produciendo en establecimientos de la capital. Precisamente, el último ocurrió la semana pasada, cuando varios delincuentes rompieron el bombín de la cerradura de una tienda de niños situada al inicio de la Amargura y robaron toda la ropa que había, artículos de marcas caras, así como lo almacenado para la próxima campaña de invierno. En este caso las pérdidas ascendieron a varios miles de euros por el elevado coste de las prendas.

Los comerciantes se reunirán el viernes con la nueva subdelegada del Gobierno central en Zamora, Clara San Damián, un encuentro que estaba previsto desde hace días, por iniciativa de la responsable política, para abordar el asunto de la seguridad, dado el elevado número de robos que se están produciendo en la capital.

Los empresarios mostrarán su preocupación por los asaltos a los establecimientos que se han intensificado en los últimos dos años, con las consiguientes pérdidas económicas en la situación actual de crisis, con un daño a veces irreparable para quién es objetivo de los ladrones.

La preocupación entre el gremio es importante, indica el presidente de la CEOE-Cepyme, máxime cuando la recesión está detrayendo el consumo y mermando las ganancias de forma sustancial. «Sabemos que Zamora es la ciudad más segura de la región y casi de España, pero cuando se producen robos, se genera cierta alarma, es inevitable». El representante de los empresarios hace también una llamada a la ciudadanía para que colabore con la policía cuando presencie alguna actitud sospechosa, «ya que no puede haber un policía en cada esquina, sabemos que es imposible, pedimos que, si se encuentran con algún robo, llamen» al teléfono 112.