De nuevo la lluvia para recibir un acto oficial de la Real Cofradía del Santo Entierro. Tronaba en la tarde noche de ayer cuando hermanos y colaboradores colocaban la cinta de la inauguración de la Casa del Cofrade. Y en el momento que el capellán Francisco Díez inició la bendición de las instalaciones, el agua del cielo hizo acto de presencia para decorar el estreno de la escultura que viste la portada principal en la rúa de los Francos. Un cofrade con su hijo en brazos fundidos en bronce y que «representan el relevo generacional» en la cofradía oficial de la Semana Santa de Zamora.

Justo antes, en la sala de conferencias de la Casa del Cofrade, el presidente del Santo Entierro, Luis Boizas, recordó la «enorme importancia» que la apertura de la sede tiene para la cofradía «después de ocho años en los que hemos ido ahorrando poco a poco». Una iniciativa que dio comienzo cuando en los años setenta, la hermandad de 1593 «tuvo que vender la panera de la calle Larga por problemas económicos».

Corren otros tiempos para el Santo Entierro, que acaba de sumar el local de la rúa de los Francos y la iglesia de San Esteban, sede canónica hasta los años sesenta del pasado siglo y que ha sido cedida por el Obispado. La directiva ha querido que el local fuera «atractivo» para los hermanos. Representantes políticos, responsables de la Junta de Cofradías y presidentes de varias hermandades descubrían ayer las numerosas donaciones que ya atesora la Casa y que la convierten en un museo.

El propio auditorio incorporó ayer mismo la vidriera de la «Deposición de Cristo» realizada por Javier Lozano -autor del cartel oficial- y la pintura que Pachi Casaseca ha creado para inmortalizar en una tabla la imagen del Cristo de la Lanzada. Junto a ellos, el dibujo de Francisco Iglesias, el Barandales en escayola donado por Ricardo Flecha, la pintura de Cristo Muerto de Ángel Cerdera o la «escultura» que José Antonio Pérez ha ideado para la hornacina de la entrada y que los zamoranos ya pueden observar desde la calle.

También pueden valorar la escultura en bronce de Daniel Lorenzo que aspira a «competir con el Barandales» de Antonio Pedrero de la iglesia de San Juan. Al menos, en fotografías de los turistas, tal y como bromeo Luis Pablos, hermanos del Santo Entierro y presentador del acto. De momento, la Casa Cofrade tuvo el respaldo de Caja Rural con la presencia de su director Cipriano García, de todas las instituciones por medio de los dirigentes locales, concejales y diputados o de la Junta pro Semana Santa a través de su presidente González Poza. A ellos y al resto de zamoranos que llenaban las instalaciones, el capellán don Paco les reveló que traía agua del río Jordán de un reciente viaje a Israel para «unir a Jesús con esta nueva sede», un nuevo argumento en el amplio patrimonio de la Semana de Pasión.