Los agricultores de la capital han querido unir sus reivindicaciones a las del movimiento 15-M por las malas condiciones que vive el campo, «porque podemos salir a la calle o no, pero todos estamos indignados con la liberalización de mercados, o con los oligopolios, que imponen precios abusivos y consiguen empobrecernos cada vez más», se pronunció el presidente de la Cámara Agraria Provincial, Miguel Blanco, que cargó contra la especulación de los mercados, «que es contraria a la economía real a la que nosotros nos dedicamos, porque producimos los alimentos que consume la población y de ellos no se puede prescindir», aseguró ante los cerca de 200 agricultores que se reunieron ayer en una comida de hermandad para celebrar la fiesta de su patrón, San Isidro Labrador.

El descenso del presupuesto del Gobierno dedicado para Agricultura y Ganadería también suscitó las críticas de los trabajadores del campo, que lamentan que el 31% de los fondos que pierden en su favor, «se inyecte, por ejemplo, en Bankia», criticó Blanco, que se reunirá en unos días con el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, al que le trasladará el problema que el colectivo tiene en cuestiones como la PAC, el control de mercados y de las importaciones y sobre la regulación de las cuotas lácteas, la producción de viñedo, etc. «No queremos ayudas, sino precios, pero siempre que las haya que lleguen a los profesionales», reclamó Miguel Blanco.

También hubo tiempo para las reivindicaciones locales de la mano del presidente de la Junta Agropecuaria Local, que aunque prefirió hacer un discurso positivo y esperanzador, aprovechó la presencia del concejal de Atención al Ciudadano y Barrios, Ricardo Ferrero, para recordarle que «el campo también existe y todos somos necesarios y nos necesitamos en estos momentos difíciles», expuso Rubén Carretero.

Una situación complicada a la que también aludió el jefe del Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería en Zamora, Isidro Tomás, quien reconoció que «no es un buen año, pero hay que aguantar y tirar para adelante», alentó a los congregados, con los que compartió el deseo de «que llueva esta semana».

En la mesa presidencial se encontraba también Gaspar Corrales, diputado provincial de Agricultura, y el nuevo presidente de la Cofradía de San Isidro Labrador, Agustín Arias, que dio las gracias a los agricultores a título personal, «por producir los alimentos que todos necesitamos y que se valoran tan poco y están mal pagados a pesar del enorme trabajo que da», concluyó el nuevo responsable, que cerró con su intervención el turno de palabra durante la comida.