La Constitución de Cádiz reguló que «los cargos públicos tenían que rendir cuentas todos los años, otorgaba más derechos a los reos que 24 horas eran puestos a disposición judicial» o «definió claramente el derecho de extranjería», esgrimió ayer el letrado Antonio del Castillo en la conferencia-coloquio «La Pepa. Cádiz. 200 años» organizado por la Asociación Española de Derecho Constitucional.

El abogado también destacó que «esa constitución apostaba por unas cortes austeras, al existir solo una cámara y al carecer los diputados de un sueldo, ya que solo percibían dietas y el pago del viaje de ida y vuelta a su lugar». Junto al jurista intervino el historiador y sacerdote, José Muñoz Miñambres, que realizó una aproximación histórica y social a la España de 1808 para luego centrarse en los zamoranos presentes en la redacción del texto. Aludió a Juan Nicasio Gallego y a figuras como la del sacerdote Jacinto Rodríguez Rico, entre otros presbítero.

Tras sus palabras hubo un coloquio moderado por el antiguo profesor de Derecho Constitucional de Salamanca Juan Luis Figueroa.