Los profesores itinerantes se consideran un sector profesional especialmente perjudicado por la aplicación del céntimo sanitario, ya que están obligados a utilizar su vehículo particular para sus desplazamientos, lo que les hará asumir más gastos. En Castilla y León hay 1.680 profesores itinerantes, de ellos 176 en la provincia de Zamora (casi el 20% del total). Cobran unos 1.500 euros al mes y realizan una media de 150 kilómetros al día para dar sus clases. La subida del IRPF les supone 28 euros al mes y el sobrecoste en combustible por el «centimazo», doce euros más al mes. En total, 40 euros al mes, según los cálculos del procurador socialista José Ignacio Martín Benito, cuyo grupo presentará el miércoles en las Cortes una moción, en la que se contempla entre otras propuestas, la de instar a la Junta a que tome medidas para que la aplicación del impuesto sobre minoristas de determinados hidrocarburos ( lo que llama «centimazo sanitario») no repercuta en los profesores itinerantes. El colectivo de enfermería ha sido otro sector profesional que ha solicitado esta rebaja del impuesto sobre el carburante.