El Ayuntamiento de Zamora insta a la demolición, en el plazo de diez días, de parte de un inmueble en estado de abandono ubicado en la Cuesta del Pizarro de la capital. Aunque las condiciones de la edificación «no presentan riesgos en relación con la vía pública ni con las construcciones colindantes», la institución municipal advierte que «el mantenimiento de los escombros en el solar sí supone riesgo de producción de humedades en el edificio adyacente», incluye el informe técnico en referencia a la construcción aneja correspondiente a la Hostería Real, con un grado 3 de protección.

En cualquier caso, ante los posibles nuevos desplomes de las cubiertas del edificio de la Cuesta del Pizarro, todo apunta a que estos desprendimientos «se producirían hacia el interior de la parcela que está desocupada», apunta el informe técnico tras la correspondiente inspección a la zona afectada por los desprendimientos de la cubierta. La edificación está fechada en el Catastro en el año 1900 y consta de dos plantas sobre rasante. Su interior permanece vacío y está demolida también gran parte del cerramiento de fondo. La cubierta, con estructura de madera, está derruida en lo que «aparenta estar producido por la caída de una de las vigas que la sustentan». El derrumbe se ha producido sobre el interior del edificio en el que aún se encuentran los escombros resultantes.

El informe insta al propietario a demoler los elementos inestables existentes en la cubierta del edificio así como a retirar y limpiar el escombro existente en el interior de la parcela de la Cuesta del Pizarro. El coste de las obras propuestas es de 3.000 euros, según concluye el informe emitido por la arquitecta municipal y que se hizo público ayer en el Boletín Oficial de la Provincia.

Los técnicos del departamento de Urbanismo llevan a cabo de manera periódica las revisiones de edificios que presentan situaciones de riesgo para comprobar su estado real e instar a sus propietarios a las actuaciones correspondientes. A estas supervisiones de oficio se suman las correspondientes a la Inspección Técnica de Edificios (ITE), responsabilidad directa de los propietarios. La medida constituye un chequeo general de los edificios en los que se valora como primordial su seguridad estructural, su salubridad y las condiciones mínimas de habitabilidad del inmueble en cuestión.